Ciudad de México – La Presidenta Claudia Sheinbaum anunció el viernes que México realizará un envío inmediato relacionado con el suministro de agua.
Durante su conferencia matutina habitual, las autoridades mexicanas informaron sobre una “entrega inmediata”, aunque no se compartieron detalles específicos.
Este anuncio por parte de la mandataria se dio tras las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles y sanciones a México debido a las complicaciones en el cumplimiento de los acuerdos hidrográficos fronterizos, exacerbados por la fuerte sequía.
Trump afirmó que México le debe a Texas 1.3 millones de acre-pies de agua (1,600 millones de metros cúbicos) según lo estipulado en el tratado, señalando que no solo está “violando” sus obligaciones, sino que esto ha impactado también la escasez de agua en el estado. El presidente estadounidense mencionó que el año pasado se tuvo que declarar una emergencia hídrica en la región.
“Es muy injusto”, expresó, añadiendo que “seguiremos incrementando las consecuencias, incluyendo el arancel a las importaciones, hasta que México cumpla con el tratado y le entregue a Texas el agua que debe”.
Estados Unidos suspendió el mes pasado el suministro de agua a la ciudad mexicana de Tijuana, argumentando incumplimientos del tratado. Sin embargo, Trump aumentó la presión al advertir que estaba dispuesto a intensificar la situación, mientras que el 2 de abril se comprometió a cumplir “poco a poco” con las cuotas de agua, sugiriendo que se debería tecnificar el riego para optimizar el uso del agua.
Este nuevo conflicto entre México y Estados Unidos surge en un contexto de tensiones más amplias, que han aumentado desde la decisión de Trump de imponer tarifas a productos provenientes de Canadá y México en el marco del T-MEC. Las negociaciones habían avanzado hasta que Washington tomó decisiones que generaron fricciones significativas.
A pesar de estas nuevas tensiones, México ha mantenido relaciones diplomáticas desde 1944, buscando soluciones que beneficien a ambos países. En este sentido, México está obligado a devolver 430 millones de metros cúbicos (350,000 acres) y 2,150 millones de metros cúbicos (1.75 millones de acres) de agua del Río Bravo. A cambio, Estados Unidos debe proporcionar agua de otras cuencas, como la del Río Tijuana.
Con cinco años de margen, México enfrenta dudas sobre el suministro de agua en el ciclo que inició en 2020 y concluirá a finales de 2025, lo que ha suscitado preocupación entre los agricultores texanos, quienes requieren un suministro de agua confiable.