La situación es preocupante en varias áreas del país. Expertos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) advierten sobre la predominancia de riesgos climáticos significativos.
Los climas en las regiones están clasificados como cálido subhúmedo, seco, muy seco, y templado subhúmedo, reflejando una diversidad de condiciones que requieren atención especial.
Desde la pasada semana, los efectos de un sistema meteorológico han sido notables, especialmente desde el 17 de abril, cuando una vaguada alta comenzó a interactuar con corrientes de aire polar y subtropical.
Esto ha generado vientos fuertes a muy fuertes con tolvaneras en las zonas noroeste y norte de México; también se reportan lluvias aisladas en Baja California, con la posibilidad de descargas eléctricas en provincias como Chihuahua y Coahuila.
Al mismo tiempo, un canal de baja presión en el sureste del país, junto con la entrada de humedad de ambos océanos, está promoviendo chubascos en Chiapas y precipitaciones dispersas en Oaxaca, Veracruz, Campeche y Quintana Roo.
En este contexto, varias regiones de Sonora, Sinaloa, Guerrero y Chiapas están bajo alertas por el aumento de las temperaturas y los riesgos de olas de calor.
Los sistemas meteorológicos mencionados están causando condiciones variables, donde se pronostican intervalos de chubascos en Chiapas y lluvias aisladas en varios estados. Es crucial que la población esté informada y siga las recomendaciones de las autoridades para mitigar los efectos de estos cambios climáticos extremos.
Las variaciones en las condiciones climáticas en México son evidentes, desde olas de calor hasta lluvias torrenciales. Mantenerse informado y preparado es esencial para enfrentar los desafíos que estos fenómenos pueden acarrear. Es fundamental estar pendiente de las alertas emitidas por las autoridades y seguir las proyecciones meteorológicas.