La economía global enfrenta una creciente tensión, con implicaciones importantes para el comercio internacional. En este contexto, las recientes advertencias sobre aranceles han generado preocupación entre diversos mercados, especialmente en América Latina.
Según el análisis de Moody’s, las tarifas del 25% impuestas a las importaciones de acero por parte de Estados Unidos podrían afectar negativamente a economías como México y Brasil, que dependen en gran medida de este sector.
A pesar de estos retos, algunas industrias en México podrían beneficiarse de la situación, gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que ofrece ciertas ventajas comerciales a productos específicos.

El informe de Moody’s también subraya que, a pesar de los desafíos que los aranceles traen para varias industrias, algunos productos mexicanos podrían encontrar oportunidades de crecimiento en el mercado global.
Por ejemplo, se anticipa que ciertos productos experimenten un aumento en la demanda desde China, que busca alternativas debido a la disminución de exportaciones provenientes de Estados Unidos.
Sin embargo, la situación económica aún es incierta. La fragilidad del entorno comercial y las fluctuaciones en los mercados financieros podrían agravar los efectos de cualquier política arancelaria. Diversos sectores en América Latina enfrentan riesgos considerables debido a estas dinámicas cambiantes.
El informe concluye que los productos básicos latinoamericanos, que se dirigen principalmente al mercado chino, están especialmente expuestos a la caída en la demanda de dicho país. Esta vulnerabilidad representa un gran desafío para las economías de la región.
La complejidad de la situación se ve aumentada por la volatilidad en los mercados financieros y el aumento de los costos, factores que pueden impactar negativamente la calificación crediticia de varios países latinoamericanos.