
Esta mañana, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se refirió a las nuevas medidas que están en marcha respecto a la gestión del agua, enfocándose en el cumplimento del Tratado de Aguas entre México y Estados Unidos, así como sobre los ríos Bravo y Colorado.
El gobierno federal ha negado las acusaciones de que exista una demanda por parte de Texas en este tema:
“Es falso. Es un tratado de 1944 donde Estados Unidos proporciona agua y México también; la cantidad de agua que se podría entregar no debe afectar a los productores mexicanos y debemos cumplir con los compromisos”, indicó la presidenta.

Sheinbaum Pardo también mencionó que el gobierno mantiene pláticas y mesas de trabajo con los gobiernos de Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, así como con otras entidades, para definir la cantidad de agua que se puede enviar según el compromiso hídrico con el país del norte.
“Es importante la relación binacional que hay con los Estados Unidos”, puntualizó al final de sus declaraciones.
Previo a esto, la presidenta mexicana había anunciado que el secretario Julio Berdegué estaba coordinando con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para llegar a acuerdos sin mayores complicaciones.
En este sentido, se han sumado a las mesas de trabajo la Semarnat y la Cancillería mexicana, reafirmando el compromiso hacia el cumplimiento del tratado de 1944.

El pasado 11 de abril, Claudia Sheinbaum anunció un plan que incluye diversas medidas, entre las cuales se encuentran la construcción de una planta para el tratamiento de agua en México y la desalación en el estado de California.
La administración mexicana afirmó que está atendiendo los asuntos relacionados, y en lo que respecta a la administración de la Casa Blanca aún no se ha tomado una decisión definitiva.

Por último, la presidenta afirmó que, aunque se atenderá a los agricultores texanos, será imperativo contar con suficiente agua proveniente del territorio mexicano y se espera un incremento en los niveles de agua durante los próximos meses.