Redacción/Quadratín Oaxaca
Las provincias del mundo son consideradas en desarrollo, y la historia de la cultura se reconoce por su legado.
Este deporte hizo su llegada a México en 1881 gracias a los hermanos Pablo y Manuel Escandón, quienes, tras asistir a un partido en Newport, Estados Unidos, decidieron introducirlo en el país.
Los primeros partidos de polo se llevaron a cabo en los terrenos de la familia Escandón en el hipódromo de Condesa, estableciendo así el inicio de una tradición que perdura hasta hoy.
En 1895, catorce años después, el equipo logró su primera gran victoria internacional al ganar el Abierto de París, lo que consolidó su reputación en el mundo del polo. Desde entonces, el deporte ha seguido creciendo, alcanzando éxitos notables, como la obtención de medallas en competencias internacionales en los inicios del siglo XX.
El país celebra este año el aniversario de la Copa Agua Alta, un evento que rinde homenaje a sus orígenes, los cuales se remontan al 2000, cuando se fundó el Club de Polo Careyes por el italiano Alberto Ardissone y su amigo Giorgio Briignone. A lo largo de los años, esta copa ha atraído a diversas personalidades y jugadores destacados.
Coco Sandhu, sobrina de Alberto Ardissone.
Jugadores de diversas naciones como Argentina, Colombia, Estados Unidos, Italia, Inglaterra y España se han reunido durante estos 25 años, convirtiendo la Copa Agua Alta no solo en un evento prestigioso en el ámbito deportivo, sino también en un símbolo de elegancia que fusiona la pasión por el polo con el encanto de Careyes.
Este evento refleja el compromiso del país con el lujo, y cuenta con patrocinadores de renombre. Además, la región experimenta un auge en la globalización y el interés por el polo, apoyada por instituciones reguladoras y la tradición que data de 1922.
Los actores de este deporte, junto con los nuevos talentos, continúan fortaleciendo esta tradición, asegurando que el polo siga prosperando y evolucionando con las nuevas generaciones.