En la Esquina de Río Amazonas, cerca de Paseo de la Reforma, se ha colocado un cartel de la Organización de las Naciones Unidas que anuncia el concierto de Stray Kids, una popular banda de K-pop que se presentará el sábado 12 y domingo 13 de abril en el estadio GNP. El evento tendrá lugar junto a la entrada de una estación de transporte público y un mirador. Un gran número de fanáticos de la agrupación y de la cultura coreana se agolpa para tomarse fotos bajo el anuncio. El paso peatonal se encuentra congestionado. Los abuelos del “Mexaverso” son un punto turístico destacado en la ciudad, atrayendo a quienes se acercan al centro de la metrópoli.
A unos 12 kilómetros al sur, en el Auditorio José Vasconcelos, se reúne un grupo de más de 20 personas para participar en un evento organizado por el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE) de la UNAM, el cual comenzó el miércoles 9 de abril con una mesa redonda sobre el impacto de la industria cultural coreana en México. “La actividad busca involucrar a los adolescentes”, explica el Dr. Elías López, antropólogo social y profesor especializado en Asia y África por el Colegio de México (Colmex). Durante este coloquio se discutirá el término que se utiliza para referirse al fenómeno artístico surcoreano.
Las personas que asisten al auditorio, en su mayoría mujeres, participan activamente en el evento, aunque algunos hombres también han llegado. “Hola, soy Alexandra. Estoy estudiando ciencias políticas y me interesa cómo el gobierno de Corea del Sur utiliza a sus idols como propaganda de su política exterior”, menciona una de ellas. Al finalizar las intervenciones, los asistentes aplauden y gritan con entusiasmo, mostrando su emoción. Aunque la temática puede ser seria, hay una clara sensación de comunidad entre los presentes.
“El fenómeno del Hallyu fomenta un sentido de compañerismo que favorece a los grupos”, afirma Iliana Luna, productora coreana en un canal nacional. “Además, refuerza la unión familiar”, añade la comunicadora. El Hallyu, que se traduce como “ola coreana”, representa la difusión de la cultura pop surcoreana en todo el mundo.
Según Luna, el éxito del K-pop en México se debe a su contraposición con los contenidos nacionales que suelen enfocarse en la violencia y la narcocultura, especialmente en programas de televisión abierta, donde las tramas son muy crudas. Ese contraste hace que los jóvenes se sientan atraídos por una narrativa más positiva y amistosa que ofrecen los idols coreanos.
Carolina de Coss Hening, licenciada en Ciencias de la Comunicación y reportera de México para el medio Korea.net, comparte su admiración por los dramas coreanos. Según Coss, esta atracción proviene del hecho de que sus contenidos evitan escenas violentas, lo que ha rescatado a muchos jóvenes de situaciones de bullying en las escuelas.
Como dato histórico, el primer contacto oficial de la cultura coreana en México se remonta a 1905, marcando un hito en la relación cultural entre ambos países.