El clima varía a lo largo del año en Monterrey con estaciones como primavera, verano, otoño e invierno, y este año se prevé una ola de calor inusitada para el mes de abril.
Los habitantes del país han cambiado sus hábitos a raíz de las condiciones climáticas. La elección del calzado y la utilización del paraguas se vuelven temas recurrentes, especialmente en Monterrey, donde se anticipa un clima particular para este martes.
Durante el día, la temperatura alcanzará un máximo de 30 grados con 0% de probabilidad de lluvia y un cielo despejado. Los vientos se moverán a 33 kilómetros por hora.
Por la noche, se espera una baja en la temperatura a 12 grados, manteniendo el 0% de posibilidad de precipitación y un cielo despejado, con ráfagas de viento de hasta 28 kilómetros por hora.

Los meses ideales para visitar la capital regia son de enero a agosto y en octubre, donde se experimentan condiciones calurosas con mínimas lluvias, y temperaturas que oscilan entre 27 y 35 grados.
A nivel global, Monterrey se encuentra en un área geográfica que experimenta una diversidad de climas, lo que lo convierte en un lugar atractivo para los visitantes por su amplia variedad de condiciones climáticas.
En contraste, la temporada de lluvias comienza en otoño, con septiembre siendo el mes más húmedo, aunque a veces se presentan tormentas severas con inundaciones entre junio y enero, siendo este último el mes más frío, donde la temperatura promedio puede bajar a 14 grados. El récord de temperatura más baja en Monterrey se registró en 1983, con -7.5 grados, mientras que el día más cálido fue el 24 de abril de 1958, alcanzando los 48 grados.

El clima en México es variado, influenciado por su geografía, lo que provoca una amplia gama de climas en el país, desde tropicales hasta áridos.
La temperatura promedio en México es de 19 grados, aunque hay ciudades que superan este promedio, como Mexicali y Ciudad Juárez, donde se han registrado temperaturas mínimas de -25 grados en el pasado.
Los expertos han señalado que las variaciones climáticas afectan a la agricultura y la ganadería, muy significativas en los últimos años, tanto en épocas de calor extremo como en inundaciones en partes del país, incluyendo la Ciudad de México y Monterrey.