En enero de 2025, el Gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum presentó el Plan México, cuyo objetivo es generar 1.5 millones de empleos en sectores como la medicina, el turismo, la industria automotriz y la tecnología. Este plan busca aprovechar las estrategias de nearshoring y friendshoring que surgieron tras la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania, con el fin de acercar la producción de empresas estadounidenses a sus fronteras.
El enfoque del Plan México es reducir la dependencia de la producción lejana, favoreciendo la creación de empleos en México a través de la reubicación de cadenas de suministro. Se considerará fundamental que los productos generados en el país cumplan con estándares internacionales para ser competitivos en el mercado global.
La prosperidad de los sectores económicos es vital para el desarrollo continuo de la nación. Las propuestas del plan incluyen facilitar la colaboración entre empresas, gobiernos y universidades, potenciando así el ecosistema mexicano en sectores estratégicos como la movilidad eléctrica y la industria farmacéutica.
El Caso de la Innovación Farmacéutica
En el ámbito farmacéutico y de dispositivos médicos, el Plan México propone incentivos fiscales para las empresas que realicen investigación y desarrollo (I+D) dentro del país. Se estima que la inversión en este sector alcance los 2,000 millones de dólares, promoviendo un entorno propicio para la innovación y atrayendo talento global.
Estas propuestas apuntan en la dirección correcta, especialmente en vista de los bajos niveles que presenta México en ciertos indicadores de innovación farmacéutica. Por ejemplo, el país se sitúa por detrás de varios competidores en términos de producción y patente de medicamentos, lo que evidencia la necesidad de un impulso significativo en este campo.
Ante Los Aranceles, Más Innovación
La implementación del Plan México se convierte en un esfuerzo crucial para contrarrestar los efectos de los aranceles impuestos por países como Estados Unidos, así como para fomentar la producción interna. La innovación es vista como una respuesta efectiva a los desafíos comerciales actuales.
Para lograr que el Plan México no se quede en buenas intenciones, es crucial que el compromiso del gobierno se traduzca en una colaboración real y transparente. La historia muestra que ningún esfuerzo significativo puede prosperar de manera aislada; se requiere cooperación, eliminación de barreras y promoción activa de la comunicación entre los sectores involucrados.
Las políticas proteccionistas, incluidas las guerras arancelarias, no pueden resolverse únicamente mediante diplomacia y buenos deseos. El Plan México es una estrategia a largo plazo que necesita un verdadero enfoque colaborativo que integre políticas públicas claras, inversión decidida y compromiso académico. Solo así, México podrá materializar su plan estratégico en resultados sostenibles y exitosos.