Más de 3,000 empresas dependen del comercio entre México y Estados Unidos, siendo este uno de los intercambios comerciales más dinámicos del mundo. La proximidad geográfica y las facilidades comerciales bajo el tratado T-MEC han posicionado a México como el principal socio comercial de Estados Unidos, superando incluso a países como China y Canadá. Este intercambio representa un 6.4% de crecimiento anual, lo que refleja la relevancia de este vínculo. Es importante destacar que el 80% de la población que vive en la zona fronteriza se ve impactada por esta relación comercial.
Diariamente, miles de camiones de carga cruzan las aduanas en ambas direcciones en la frontera. Desde México, se envían automóviles, autopartes y electrodomésticos, mientras que del lado estadounidense se dirigen toneladas de productos agrícolas y derivados del petróleo hacia territorio mexicano. Según las cifras más recientes de noviembre de 2024, el saldo comercial entre ambos países es favorable para México, alcanzando un récord de 171,800 millones de dólares, lo que lo convierte en el mayor socio comercial de América Latina.
El acuerdo comercial T-MEC, que reemplazó al TLCAN, se implementó el 1 de julio de 2020. El entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó este evento como “histórico” para América del Norte, subrayando la importancia de la cooperación en las exportaciones. A más de cuatro años de su implementación, la política del presidente Donald Trump y las recientes amenazas hacen que la estabilidad de este tratado sea objeto de debate y reconfiguración.
Ante las recientes amenazas del presidente republicano, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su gabinete han abogado por mantener la calma y la estabilidad. Están buscando enfocarse en un enfoque racional ante las tensiones y han manifestado que prepara planes alternativos para reducir el impacto potencial de cambios en el comercio internacional. “Es importante mantener la serenidad y la paciencia”, declaró Sheinbaum en su reciente aparición en Palacio Nacional.
A medida que las relaciones entre México y Estados Unidos evolucionan, el panorama económico y comercial se vuelve más complejo. La necesidad de adaptarse a las nuevas políticas y tarifas, así como la incertidumbre creada por la administración actual en Estados Unidos, pondrán a prueba la resistencia y la estrategia de México en el comercio internacional.
En conclusión, el vital intercambio comercial entre México y Estados Unidos se enfrenta a desafíos, pero también representa una oportunidad significativa para el crecimiento económico. Las políticas y decisiones que se tomen en los próximos meses serán clave para definir el futuro de esta relación comercial crucial para ambos países.
