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El martes, la Secretaría de Energía comunicó el inicio de la construcción de las dos primeras plantas termosolares con almacenamiento térmico en México, un proyecto que se llevará a cabo en Baja California Sur. El objetivo es fortalecer el suministro eléctrico en esa área y avanzar en las metas de transición energética del país. La inversión estimada para este proyecto es de 800 millones de dólares, y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) será responsable de su ejecución.
La líder de la Secretaría detalló que estas instalaciones son parte del Plan de Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030, promovido por la presidenta Claudia Sheinbaum, enfocándose en acelerar la introducción de energías limpias en la matriz energética del país.
El subsecretario de Planeación y Transición Energética, Jorge Marcial Islas, indicó que estas plantas utilizarán una tecnología solar innovadora en México: un sistema de torre central que emplea helióstatos, o espejos móviles, para concentrar la radiación solar en un receptor situado a más de 100 metros de altura. Esta energía se convertirá en vapor tras fundir y almacenar sales especiales, que a su vez activarán turbinas generadoras de electricidad.
La principal ventaja de este enfoque es la capacidad de seguir generando electricidad después de la puesta del sol, gracias al almacenamiento térmico. “Esto garantiza una capacidad firme y continua, lo que ayuda a reemplazar combustibles fósiles como combustóleo, diésel y gas”, explicó Islas.
Emilia Calleja Alor, directora general de la CFE, enfatizó que el proyecto refleja el compromiso de diversificar la matriz energética ante la creciente demanda en Baja California Sur, impulsada por sectores como el turístico, urbano e industrial. “Serán dos centrales termosolares de 50 MW cada una, capaces de beneficiar entre 100,000 y 200,000 hogares”, indicó Calleja.
La funcionaria agregó que se está buscando la ubicación óptima para que las plantas estén cerca de las líneas de transmisión, asegurando así una mayor confiabilidad para el sistema eléctrico regional. La tecnología seleccionada permitirá generar electricidad de manera continua durante hasta 11 horas y estará complementada con bancos de baterías para garantizar una generación fiable.
La superficie necesaria para las dos centrales oscila entre 240 y 480 hectáreas, y el plazo estimado de construcción es de 36 a 48 meses, una vez que se definan los sitios y se completen los procesos de ingeniería y licitación. Según la Secretaría de Energía, estos proyectos termosolares facilitarán alcanzar la meta legal de producción de al menos el 35% de la electricidad nacional a partir de fuentes limpias para el año 2030, además de mejorar el suministro en una zona de alta demanda y acelerar la transición hacia energías renovables.