El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó un sismo de magnitud 4.1 en el municipio de Puerto Vallarta, Jalisco.
De acuerdo a datos preliminares, el temblor ocurrió el 7 de junio a las 10:14 horas, situado a 415 km al suroeste de la ciudad, con una profundidad de 15.8 km.
El epicentro del sismo se localiza en las coordenadas 19.176 grados de latitud y -108.891 grados de longitud.
Hasta el momento, no se han reportado daños por parte de las autoridades. Sin embargo, se recomienda estar pendiente de los canales oficiales para cualquier actualización respecto a la situación.
La información emitida por la SSN es preliminar y podría ser sujeta a cambios. Es importante recordar que no es posible predecir sismos, ya que no existe tecnología actual que permita anticipar estos eventos.
México se encuentra en una zona tectónica activa, donde se registran numerosos sismos diariamente, aunque la mayoría son de baja intensidad y no son perceptibles para la población.

Los sismos son eventos naturales imprevistos que pueden sorprender a la población, por lo que es fundamental la prevención y estar preparados.
Una buena manera de prepararse es contar con una mochila de emergencia, equipada con artículos esenciales para afrontar las primeras 72 horas. Es conveniente personalizar esta mochila según las necesidades de cada miembro de la familia y tener otra en el auto o en el trabajo.
Entre los elementos recomendados se incluyen: alimentos no perecederos, agua embotellada, un encendedor o cerillos, un directorio de contactos importantes, productos de higiene personal, ropa de abrigo, un botiquín de primeros auxilios, medicinas, radio portátil, documentos importantes, artículos de uso femenino, dinero en efectivo, herramientas sencillas y fotos familiares.

El país está en constante riesgo de experimentar un sismo de gran magnitud, como los de 1985 y 2017, que dejaron profundas huellas en la memoria colectiva. Sin embargo, no son los de mayor magnitud registrados en la historia de México.
El terremoto más fuerte, tenido lugar el 28 de marzo de 1787 en Oaxaca, alcanzo una magnitud de 8.6 y generó un tsunami que avanzó 6 kilómetros tierra adentro.
Un estudio del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) del 2009 indica que podrían ocurrir futuros terremotos de magnitudes similares en la región, dada la acumulación de energía en la Brecha de Guerrero.
Eventos como estos evocan recuerdos trágicos de sismos pasados, incluyendo el de 1985, que ocurrió a las 7:19 horas en Guerrero, y el de 2017, que dejó 369 víctimas en el centro del país.