“Voy a quedarme hasta mañana y esta noche será inesperada, ya que empezaremos a invitar a personas al escenario”, aseguró María José al comenzar su actuación en el Tecate Emblema 2025, la noche de este domingo.
Y así fue. Una noche colmada de energía, ritmos seductores, inclusión y sorpresas se vivió en el escenario del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde la exintegrante de Kabah se consolidó como la estrella del evento.

Con un brillante body, botas negras y aretes triangulares azules, María José demostró por qué es una de las preferidas del público. Su carisma y control escénico brillaron en cada actuación, acompañada de coreografías perfectamente coordinadas.
Uno de los momentos más emocionantes llegó cuando interpretó “Prefiero ser tu amante”, rodeada de bailarines que impresionaron con movimientos asombrosos.
Bajo un cielo nublado que aportó dramatismo, María José saltó al escenario y inició una verdadera fiesta. Con una sonrisa constante y pasos de baile precisos, hizo vibrar al público con sus éxitos, combinados con versiones y nuevos temas.
“¿Cómo están? ¡Muchas gracias por la invitación! Este año es un festival increíble, muy diverso”, comentó entre risas, interactuando con la multitud.

La primera sorpresa de la noche fue la aparición de Lucía Méndez, quien llegó luciendo un abrigo rojo, marcando un momento destacado.
“Iniciaremos este segmento de invitaciones con alguien que ha dejado huella en la televisión y la música. Es un honor tener aquí a la grandiosa Lucía Méndez”, anunció María José, y juntas interpretaron “Amor, amor”, causando una gran ovación.
La diva agradeció la invitación y reveló que compartir el escenario con María José le sirvió de aliento para superar sus recientes problemas de salud.

La inclusión fue un tema destacado durante todo el espectáculo. Durante “Adelante corazón”, la artista se dirigió a la comunidad sorda, interpretando la canción en lenguaje de señas, lo que fue muy bien recibido por el público.
“Esta es para la comunidad sorda”, expresó, mientras sus manos trazaban los signos de la emotiva balada.
Su mensaje de diversidad continuó. Al cantar “Evidencias”, levantó su bebida y brindó: “¡Salud por la comunidad LGBT! Aquí solo se sacia la buena sed, y a mí el agua me oxida. ¡Salud por ustedes!”

María José continuó sorprendiendo al presentar a sus siguientes invitados, un trío juvenil que ya es bien conocido en este festival de la Ciudad de México.
“Ellos estuvieron aquí el año pasado, vivieron su carrera desde cerca”, señaló antes de invitar a Matisse al escenario. Juntos interpretaron “Cuando el amor manda”, una colaboración que resonó en el corazón del público, mientras que Melissa Robles, Pablo Preciado y Román Torres envolvieron el ambiente de romance.

Posteriormente, vistiendo un traje rojo, la cantante entró en una sección más sensible de su repertorio, iluminada por las luces de los celulares del público. “Me equivoqué” fue la pieza que marcó este instante, provocando una oleada de nostalgia.
El tercer invitado fue el dúo pop Motel, que se unió a la interpretación de “Sólo el amor lastima así”, demostrando que las sorpresas no cesaban, y los tres artistas mantuvieron a la audiencia emocionada en este espacio al aire libre.

Antes de culminar con su clásico “No soy una señora”, María José envió un mensaje poderoso a la comunidad trans, mientras sus bailarines ondeaban banderas que simbolizaban la inclusión.

El escenario principal brillaba con luces de colores y humo. En el centro, una mujer de pie sostenía una bandera transgénero (blanco, rosa y celeste) con los brazos en alto, vestida con un top claro y pantalones rosas.
Mientras tanto, María José se encontraba en el suelo frente a la bailarina cantando, ataviada con su traje destacado. Al fondo, ondeaban otras banderas, incluida una de arcoíris, mientras músicos tocaban y una multitud dejaba escapar gritos de emoción. La atmósfera era vibrante y festiva.
Una noche de música, orgullo y emociones intensas, donde María José reveló por qué sigue siendo una de las favoritas del público.
