Se anticipa que la economía mexicana experimentará una contracción del 0.3% en su Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2025, influenciada por las políticas arancelarias implementadas por Estados Unidos, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto ocurre en el contexto de una desaceleración económica global.
El descenso en el PIB de México se produce en medio de una serie de desafíos económicos, incluyendo la incertidumbre relacionada con las tensiones geopoliticas y un endurecimiento de las condiciones crediticias.
Las revisiones de crecimiento del FMI para México indican una reducción de 1.7 puntos porcentuales para 2025 y 0.6 puntos para 2026, reflejando una actividad económica más débil como resultado de la presión proveniente de Estados Unidos y otros factores globales.
El ajuste a la baja en las proyecciones para México sigue a una revisión similar a nivel mundial, donde se estima que el PIB global crecerá un 2.8% para 2025, un descenso de 0.9 puntos porcentuales.
Para el año 2026, se proyecta un repunte en la economía mexicana del 1.4%, lo que representa una reducción de 0.6 puntos respecto a los pronósticos iniciales, mientras que para América Latina y el Caribe se estima un crecimiento del 2.4%, una reducción de 0.3 puntos.
En cuanto a la inflación en México, el FMI pronostica una tasa del 3.5% para 2025, bajando del 4.7% registrado en 2024, y espera que se sitúe en un 3.2% para 2026. Sin embargo, se anticipa un aumento en la tasa de desempleo al 3.8% en 2025 y 2026, en comparación con el 2.7% del año anterior.
La Presidenta Claudia Sheinbaum se refirió a las previsiones del FMI, destacando que el impacto de las condiciones globales y de políticas monetarias endógenas son factores clave en este contexto económico. Afirmó que podrían surgir desafíos adicionales influyendo en el modelo económico del país.