El 12 de diciembre de 2015, se dio inicio a la visita del Papa Francisco a México, un viaje muy esperado que generó gran entusiasmo en la población.
La llegada del Papa Francisco ocurrió el 12 de febrero en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM), donde recorrió 20 kilómetros en vehículo pasando por diversas vialidades. Su alojamiento fue en la Nunciatura Apostólica, situada en la alcaldía Álvaro Obregón.
Al día siguiente, el 13 de febrero, fue recibido en el Palacio Nacional por el entonces presidente Enrique Peña Nieto. Posteriormente, el Papa ofició una misa en la Basílica de Guadalupe, donde se congregaron cerca de 50,000 fieles.
El 14 de febrero, el Papa se trasladó a Campo Marte, utilizando avenidas importantes como Insurgentes Sur y Paseo de la Reforma. Desde allí, abordó un helicóptero que sobrevoló la zona arqueológica de Teotihuacán.

El 15 de febrero, el Papa Francisco se trasladó de la Nunciatura Papal al AICM con destino a Chiapas, llegando al aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez, desde donde fue llevado a San Cristóbal de las Casas.
En San Cristóbal, el Papa visitó un centro deportivo donde se reunió con la comunidad local y dirigió un mensaje significativo a los asistentes, marcando un momento importante de su recorrido.

El 16 de febrero, el Papa Francisco viajó a Morelia, Michoacán, donde celebró una misa en el Estadio Venustiano Carranza. Después, se reunió con jóvenes en el Estadio José María Morelos y Pavón, animándolos a “no dejar de soñar”.
Finalmente, el 17 de febrero, a las 10:00 am, el Papa llegó al Aeropuerto Internacional Abraham González en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se reunió con internos del Cereso número 3 y trabajadores de Estados Unidos, tratando el tema de la migración. A las 7:00 pm, participó en una ceremonia de despedida en el mismo aeropuerto, encabezada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, y poco después partió de regreso a Roma.