Durante la madrugada del miércoles 16 de abril, un destello iluminó el cielo del Valle de México, seguido de un estruendo que sorprendió a los residentes de diversas alcaldías. Muchos reportaron vibraciones en los cristales y alarmas activadas, generando una pregunta que rápidamente se hizo popular en las redes sociales: ¿qué fue lo que ocurrió?
La respuesta, como comentó la doctora Cordero-Tercero, provino de la ciencia. “Se trató de un bólido”, explicó, tras ser consultada por UNAM Global. Aclaró que estos eventos, aunque impresionantes, son más comunes de lo que se piensa. Lo inusual, tal vez, es que logramos observarlos.
Un Visitante Rápido
A través de imágenes recopiladas por cuatro cámaras de la Red Webcam de México, ubicadas en Taxco, Pachuca, Pinal de Amoles y en la zona del Popocatépetl, la doctora Cordero-Tercero pudo estimar que la trayectoria del bólido se aproximaba a la Ciudad de México. La dirección exacta está aún por determinarse, pero se observa una tendencia de sur a norte.
“El objeto se desintegró al entrar a la atmósfera. Lo que vimos fue el destello del rompimiento”, explicó la experta. Esta luminosidad se produce cuando un cuerpo -probablemente de origen asteroidal o cometario- entra a gran velocidad en la atmósfera terrestre, calentándose por la fricción con el aire, alcanzando temperaturas de hasta 6,000 grados Celsius y, finalmente, destruyéndose.
Las personas que percibieron el fenómeno informaron que fue como una especie de choque. Se estima que el objeto se encontraba a una altitud de entre 20 y 40 kilómetros cuando se desintegró.
Un Fenómeno Común, Pero Invisible
Los bólidos, fenómenos que ocurren frecuentemente pero son invisibles a simple vista, han sido un tema de estudio. “Estos son objetos que pasan por nuestro cielo de forma habitual”, afirmó la doctora Cordero-Tercero. El impacto de tales eventos es mayor de lo que se suele asumir; es un fenómeno que recibe atención mundial.
Casos como el de Hidalgo en 2010, donde se trató de basura espacial, también fueron identificados gracias a la investigación. Esta sinergia ha llevado a mejorar la forma en que estudiamos el cielo.
“Muchos de estos informes provienen de cámaras de seguridad, celulares o testimonios de los ciudadanos”, agregó la doctora.
De los Cielos a las Aulas
Desde 2010, Cordero-Tercero y su equipo han demostrado que, con ingenio, dedicación y colaboración interdisciplinaria, es posible construir una red de monitoreo del cielo desde la universidad. La institución ha logrado desarrollar módulos, software y sistemas que permiten estudiar estos fenómenos.
Para ella, el proyecto no solo es un avance científico, sino que también tiene un fuerte componente social.
Glosario Celeste
Para entender mejor el fenómeno, la Oficina de Investigación ha resumido:
- Meteoroide: Objeto de origen asteroidal o cometario, de más de 500 micras y menos de un metro.
- Asteorides: Cuerpos más grandes y de origen similar.
- Meteoro: El fenómeno luminoso que se observa al entrar a la atmósfera.
- Bólido: Meteoro más brillante que el planeta Venus, visible durante el día.
- Meteoro: Fragmentos que ocurren durante el fenómeno meteorológico.
La Ciencia También Se Mira Desde Abajo
La viralidad del suceso ha llevado a la doctora Cordero-Tercero a invitar a la reflexión sobre la ciencia. “Es importante recordar que el cielo nos ofrece grandes enseñanzas”, afirmó.
La noche en que un bólido cruzó el Valle de México dejó más que un simple destello; generó curiosidad, ciencia ciudadana y compromiso académico.