Dora Villanueva
Las agencias Fitch y R&I han asignado una calificación de BBB- y BBB+ respectivamente a la deuda soberana de México, ambas con perspectiva estable, lo que sugiere que no se esperan cambios en la calificación en los próximos 12 a 18 meses.
Estas instituciones, junto con otras en todo el mundo, están atentas a las acciones y desarrollos en México. No obstante, los expertos reconocen la importancia de abordar problemas económicos para mantener la estabilidad.
Las evaluadoras como R&I y la Secretaría de Hacienda destacan que México tiene un marco sólido de políticas macroeconómicas y finanzas robustas, lo cual es crucial para mantener la confianza de los mercados financieros.
Fitch subrayó que el déficit fiscal se mantiene en niveles bajos en relación al PIB y que el país cuenta con un sólido nivel de reservas internacionales, lo que contribuye a su estabilidad financiera.
Estas ratificaciones de la deuda soberana permiten que México mantenga acceso a los mercados financieros tanto nacionales como internacionales, facilitando así el financiamiento durante este período complicado.
Fitch advirtió que aunque la desaceleración económica ya está presente, es imperativo que la administración del presidente Sheinbaum continúe con sus objetivos de consolidación fiscal, a pesar del contexto desafiante que enfrenta el país.
Sin embargo, la calificación está limitada por un crecimiento moderado proyectado a largo plazo, junto con indicadores de deficiencia y desafíos fiscales relacionados con ingresos bajos, rigideces presupuestarias y pasivos de Pemex. Adicionalmente, se mencionó que los aranceles impuestos podrían tener un impacto negativo, especialmente en el sector automotriz, y que la incertidumbre ha afectado diversos sectores económicos.