El crecimiento de la demanda inmobiliaria en México ha sido impulsado por empresas como Airbumbu, que han modificado sus modelos de negocio para ofrecer espacios atractivos y funcionales para alquiler. Esta transformación ha generado un despertar en la industria, haciéndola más accesible y conveniente.
Por otro lado, el incremento del trabajo remoto ha llevado a muchas empresas a regresar a formatos de trabajo presenciales o híbridos, reactivando la necesidad de espacios flexibles y versátiles. Este nuevo entorno está fomentando la demanda de mobiliario adaptable para oficinas corporativas.
Para satisfacer estas necesidades, IKEA ha desarrollado en sus tiendas una variedad de soluciones de planificación de espacios destinadas a empresas. Aunque estéticamente agradables, estos espacios son también funcionales, permitiendo a consultores y diseñadores ofrecer desde oficinas hasta departamentos turísticos. “Lo interesante es que estos espacios están diseñados para ser tan acogedores como funcionales,” añadió un representante.
Además, el rápido establecimiento de restaurantes y oficinas en el país ha creado oportunidades para las empresas de mobiliario, reflejando un entorno dinámico y en expansión.
Se prevé que el segmento B2B alcance un crecimiento del 8% para 2025, siendo las regiones con mayor potencial Yucatán, Baja California y Nuevo León, en un contexto donde México se erige como un jugador clave en este sector.
Desafíos logísticos y de inventario
IKEA inició sus operaciones en México en octubre de 2020. Desde entonces, ha enfrentado desafíos relacionados con la disponibilidad de productos y la logística, influenciados por la situación mundial. La compañía planea abrir una cuarta tienda, que podría estar ubicada en Monterrey o en la Ciudad de México.
No obstante, las dificultades logísticas han sido significativas, incluyendo problemas relacionados con los tiempos de entrega y la integración de productos. “Todo el departamento de logística está trabajando constantemente para mantener el stock”, afirmó un directivo de la empresa.
En ciertos casos, IKEA ha notificado a los clientes sobre la disponibilidad de los productos, manteniéndolos informados. “Estamos comprometidos a comunicar a nuestros clientes sobre cualquier inconveniente con la entrega,” señaló el ejecutivo.
Para reducir la dependencia de proveedores internacionales, IKEA ha comenzado a establecer relaciones con proveedores locales, confirmando que el 20% de sus productos son fabricados localmente. Desde textiles hasta alimentos frescos, la empresa está fomentando el uso de recursos producidos en el país.
Esta estrategia forma parte de un plan más amplio para mantener el inventario en los puntos de venta. “La demanda de mercancías continúa en aumento, y nuestro reto es estar a la altura del ritmo de consumo,” indicó el directivo, enfatizando la importancia de adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado.