Un automóvil está compuesto por más de 30,000 piezas, muchas de las cuales cruzan fronteras múltiples entre México y Estados Unidos para llegar al producto final.
Las cadenas de suministro entre estos dos países están tan interconectadas que la industria automotriz ha funcionado así durante más de 30 años, desde los tiempos previos al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ahora se conoce como T-MEC.
A lo largo de su historia, las empresas automotrices de América del Norte han pagado aranceles. Esto se debe a que muchos componentes deben ser importados para la producción de vehículos.
La administración de Trump había expuesto que las medidas arancelarias significarían “un crecimiento significativo” en la industria automotriz, y que esto era crucial para la economía de este sector.
Analistas advierten que estas nuevas políticas pueden tener efectos profundos en el futuro del sector automotriz en la región y generan preocupaciones sobre el costo de producción.
¿Por qué es tan compleja la producción de automóviles?
La producción de automóviles es intrincada debido a la distribución global de sus partes. Por ejemplo, un pistón, una pieza esencial del motor, puede cruzar fronteras varias veces antes de ser ensamblado.
La complejidad también radica en que estas partes generalmente son fabricadas en diferentes lugares. Por ejemplo, el proceso de fabricación de un pistón de aluminio incluye varias etapas que involucran diferentes regiones de América del Norte.
¿Qué efectos pueden tener los aranceles en la industria automotriz?
Los aranceles impuestos al sector automotriz han aumentado a un 25% en el pasado, lo que impacta el costo de producción de vehículos en las fábricas a ambos lados de la frontera.
Existen predicciones de que los coches importados desde México podrían enfrentar tarifas adicionales de hasta un 15% de arancel, lo que podría disparar el precio de los automóviles en el mercado.
Las autopartes, a pesar de los aranceles, han sido exentas temporalmente, mientras se establece un sistema que certifique su origen. Sin embargo, esto se traduce en que las autopartes seguirán cruzando las fronteras sin tarifas adicionales.
