Bruselas. — México mantiene una notable presencia en el ámbito de las solicitudes de asilo. En el marco del Acuerdo de conservación con el gobierno japonés, se reportaron 16,100 solicitudes de asilo, siendo los hondureños la comunidad más representada, seguidos por los cubanos y haitianos.
Durante 2023, el país registró más de 140,000 peticiones provenientes de 110 nacionalidades, lo que refleja un incremento del 17% en comparación con el año anterior. En 2022 se presentaron cerca de 120,000 solicitudes de protección, mientras que en 2021 se contabilizaron más de 130,000.
Estos datos posicionan a México como uno de los países con el mayor número de nuevas solicitudes de asilo a nivel mundial, lo que también resalta la evolución de una nación que enfrenta cada vez más desafíos en este ámbito.
Además, estas cifras generan una presión adicional sobre un sistema de asilo que ya se encuentra sobrecargado. Esto refleja la necesidad de implementar un nuevo marco normativo que aborde la situación de los solicitantes y su integración en el país.
Las autoridades competentes advierten sobre los elevados números de personas que buscan refugio en distintas regiones de México, especialmente en puntos como Chiapas, Tabasco y Veracruz. La frontera sur ha visto un incremento constante en la llegada de migrantes, reflejando una crisis humanitaria que requiere atención urgente.
Los centros de acogida suelen estar saturados, lo que ha llevado a un aumento de personas, en especial familias con niños, durmiendo en las calles y exponiéndose a graves riesgos como la violencia. Esta situación ha generado tensiones con la población local, resultando en expresiones de xenofobia y discriminación.
El contexto actual está marcado por factores como dificultades meteorológicas extremas y problemas de seguridad, que agravan los riesgos para los migrantes. Se estima que en 2024, el 55% de los lugares de acogida en el norte del país están ocupados por mexicanos, destacando la presión adicional que enfrentan las capacidades de acogida del gobierno.