Colombia ha expresado su apoyo a la resolución que la Comisión de Estupefacientes de la ONU discutió en Viena. En una entrevista, la ministra colombiana indicó que esta decisión busca establecer alianzas con otros países para abordar como bloque la problemática de los estupefacientes. Buitrago resaltó que existen países que están abiertos a tener una mayor flexibilidad en la regulación de estas sustancias.
Entre las naciones que están participando en esta discusión se encuentran varios miembros de la Unión Europea y países de América Latina, como Brasil, que comparten preocupaciones similares sobre las políticas antidrogas.
La propuesta para la creación de un nuevo enfoque tiene respaldo por parte de Colombia, que ha estado buscando la regulación de las drogas durante 19 años. Este esfuerzo está relacionado con la necesidad de fiscalización en los mercados de drogas a nivel mundial, buscando alternativas que respondan a las realidades contemporáneas.
El comité para evaluar y proponer cambios estará formado por diez miembros, quienes serán designados por la Comisión de Estupefacientes. Este organismo tiene la responsabilidad de analizar y ofrecer soluciones a nivel global, con el apoyo de entidades como la OMS y otros grupos interdisciplinares.
Durante su intervención, Laura Sarabia enfatizó la necesidad de una lucha renovada contra las drogas, argumentando que las estrategias actuales no han conseguido reducir la oferta de estas sustancias. Affirmó que es crucial evitar repetir los errores del pasado y plantear un cambio real en la forma de abordar el problema.
Además, Colombia es uno de los países que ha solicitado un cambio en las políticas internacionales sobre narcóticos, argumentando que las estrategias aplicadas hasta ahora han fracasado en su objetivo. Esto se debe en parte al aumento global del consumo y a la proliferación de sustancias sintéticas más accesibles.
En 2022, se registró un total de 292 millones de personas que consumieron alguna droga en todo el mundo, lo que representa un aumento del 20% en comparación con hace diez años. Esta resolución es vista como un avance hacia un “cambio transformador” en el régimen global de control de drogas, con el respaldo de numerosas organizaciones de la sociedad civil.
Es alentador que la resolución haya sido liderada y respaldada en gran medida por países del Sur Global, así como por naciones de Europa, tal y como indicó Nougier. Con información de efe.
