El momento actual en Estados Unidos implica decisiones que mejoran diversas áreas.
Juan Ramón de la Fuente
(Ilustración: Ismael Angeles)
En distintas reuniones, figuras como Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard, de la Secretaría de Economía, han abordado temas relevantes sobre las relaciones económicas internacionales.
Por otro lado, es importante observar que los bancos más grandes de China están operando en México, mostrando así un crecimiento constante en sus operaciones y fortaleciendo su posición en el sector bancario.
Según Deloitte, bajo la dirección de Daniel Zaga, se destaca que la influencia de China en la economía mexicana es significativa y que, a largo plazo, esta relación seguirá creciendo.
Una mayor diversificación económica es esencial y es algo que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha tomado en cuenta, aunque la integración con México y sus vecinos sigue creciendo con un aumento sostenido en importaciones y en la inversión extranjera directa.
En el año 2000, solo el 1.7% de las importaciones mexicanas provenían de China; sin embargo, para 2024 este porcentaje aumentó al 20.6%. Este cambio contrasta con la disminución de la participación de Estados Unidos en las importaciones de México, que ha caído del 73.1% en 2000 a un 40.3% en 2024.
Las importaciones chinas no representan una amenaza para la economía mexicana, sino que han permitido que México fortalezca su industria exportadora, destacando que más del 75% de los productos adquiridos provienen de bienes intermedios para la manufactura local. Aunque el desequilibrio puede parecer preocupante, en conjunto estas importaciones han impulsado a México a exportar bienes de mayor valor añadido; esta relación se posiciona como beneficiosa a largo plazo.
