El 1 de marzo, a las 21:45 hora del centro (3:45 UTC), se registró un sismo de magnitud 4.8 con una profundidad de 15.7 kilómetros cerca de Salina Cruz.
Según datos preliminares del Servicio Sismológico Nacional (SSN), el epicentro del temblor se localizó a 45 kilómetros al sur de la ciudad en el estado de Oaxaca.
Ante un sismo, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) recomienda revisar tu vivienda en busca de posibles daños, utilizar el teléfono solo en caso de emergencia y mantenerse alerta.
También se aconseja tener a mano un plan de protección que incluya rutas de evacuación y zonas seguras en casa, así como preparaciones adecuadas para emergencias.
Durante la sacudida, es vital mantener la calma y dirigirse a una zona segura, manteniéndose alejado de objetos que puedan caer. Si te encuentras en un vehículo, estaciona y aléjate de edificios, árboles y postes; y si estás en la costa, retírate hacia zonas elevadas.
México es un país con una historia sísmica significativa, recordando eventos devastadores de 1985 y 2017. Aunque estos fueron los más notorios, otros temblores de gran magnitud han ocurrido en la era moderna.
Un ejemplo es el terremoto de 1787, que tuvo una magnitud de 8.6, demostrando la alta actividad sísmica del país. Expertos del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES) han advertido la posibilidad de que el país enfrente situaciones similares en el futuro, dado que estudios históricos muestran que estos fenómenos pueden ser recurrentes.
