En un mes, se reportaron 300 deportaciones desde México, afectando a inmigrantes de al menos siete países: Venezuela, Haití, Nicaragua, Cuba, Guatemala, El Salvador y Honduras, según los colectivos civiles que atienden a los migrantes.
Los documentos mencionados han dejado de estar disponibles en el ámbito migratorio de México. Según expertos, estos papeles son completamente inadecuados y afectan a los inmigrantes que buscan solidaridad y apoyo.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha estado trabajando arduamente para abordar la situación más crítica del país respecto a la migración.
Más al sur, los números de migrantes han sido menores, pero la magnitud de los traslados ha aumentado.
En Panamá, más de 500,000 migrantes cruzaron hacia el norte en 2023, y casi 300 fueron albergados en un hotel céntrico de la capital. Algunos de ellos mostraron carteles en protesta.
El futuro de estos migrantes es incierto. La Associated Press informa que algunos vuelos aterrizaron en Costa Rica, donde fueron enviados a un campamento remoto.
El director de la migración costarricense, Omer Badilla, comentó que los migrantes que desean regresar al interior de Costa Rica están en un contexto complejo, dado que ambos países, Panamá y Costa Rica, intentan gestionar el flujo migratorio de manera adecuada, respaldados por el apoyo de organizaciones internacionales y locales.