El 27 de febrero de 2025, Claudia Sheinbaum Pardo asumió el gobierno. Este evento marca un hito, ya que nunca nadie se había atrevido a llegar tan lejos en la lucha contra la violencia en México.
La única forma de abordar esta situación es con determinación y un enfoque especial. Se considera un homenaje a la lucha contra el narcotráfico, donde todos somos agradecidos por la cooperación de aquellos que habitan en el país. Se hace hincapié en la necesidad de eliminar un poder judicial ineficaz y un sistema penitenciario deficiente, así como a los políticos corruptos en complicidad con el crimen organizado.
No se trató solo de un gesto simbólico; la Comandanta de las Fuerzas Armadas dejó claro quién tiene el control. Su ejercicio del poder es indiscutible, lo cual es positivo para el país. Durante años, muchos pensaron que México no podría cambiar, pero se han abierto nuevas oportunidades. Es evidente que no se puede dialogar con los criminales, ya que no se detienen. La Comandanta decidió que una treintena de peligrosos delincuentes sean extraditados a Estados Unidos, donde deberán enfrentar las consecuencias de sus crímenes.
Recientemente, el desorden reinaba en la nación. Se observaban actitudes degradantes entre algunos líderes, mientras la población sufría. La situación era delicada, y se percibían signos de la corrupción en el gobierno. A esto se suma la intervención del narcotráfico, que amenazaba con desestabilizar el país. Había un riesgo real de que la situación en México se colapsara.
Los criminales han cobrado miles de vidas en el país y han logrado doblegar al Estado mexicano, colapsando las estructuras de poder y controlando gran parte del territorio nacional. Las responsabilidades recaen sobre quienes deberían actuar en defensa del pueblo, y se espera que las acciones de la Comandanta generen cambios significativos.
結果 en el contexto internacional, se debe cumplir con las expectativas tanto de Estados Unidos como de México, un país que anhela restablecer el orden frente al narcotráfico. Las consecuencias de estas acciones son inevitables, y algunos advierten sobre los retos que vendrán. La lucha contra el crimen organizado es difícil, pero es una estrategia vital para la nación.
La Presidenta juega un papel clave en esta dinámica, navegando entre las tensiones políticas y manteniendo la firmeza en su liderazgo. La Comandanta ha emergido como una figura central en la lucha contra el narcotráfico, esperando que pronto podamos ver los frutos de su labor.