A lo largo de los siglos, la Sábana Santa de Turín ha suscitado tanto admiración y devoción como escepticismo. Este lienzo, que supuestamente cubrió el cuerpo de Jesús, ha sido objeto de estudio por numerosos expertos. En la actualidad, una nueva técnica podría desafiar nuestras creencias y certidumbres sobre su autenticidad.
Sorpresas inesperadas
El artefacto ha provocado un inmenso interés desde su aparición, siendo tema de debate y estudio por parte de la comunidad científica y religiosa. Con siglos de historia, se ha convertido en un legado significativo que sigue capturando la atención mundial y generando diferentes interpretaciones.
El reciente proyecto fue liderado por el investigador italiano Marco Caro, quien afirma que es posible establecer una datación más precisa que la del controvertido carbono 14. Asegura que la contaminación acumulada a lo largo del tiempo, como el humo de las velas y las huellas de otros materiales, pudo haber influido en los resultados de 1988, lo que llevó a una posible subestimación de su antigüedad.
Para respaldar su investigación, los científicos compararon la fibra de la Sábana Santa con lino de Masada, Israel, que data entre el 55 y el 74 d.C. Las similitudes estructurales encontradas fueron notablemente significativas.
Misterios que asombran a la ciencia

Desde su llegada a la ciudad, la Sábana Santa ha atraído a millones de visitantes. Desde 1898, se han realizado exposiciones que han dado a conocer al público este enigmático objeto. Al invertir la imagen, se ha mostrado que es posible reproducirla sin la necesidad de tecnologías modernas.
Décadas después, investigadores de la NASA también confirmaron ciertas peculiaridades que hacen que esta imagen sea considerada única.
El profesor Max Frei, criminólogo suizo vinculado con Interpol, identificó granos de polen que sólo crecen en lugares específicos como Jerusalén y Turín, lo que podría proporcionar pistas sobre el origen de la Sábana.
Y en 1979, se llevaron a cabo estudios más profundos que reafirmaron el interés internacional por este objeto singular.
¿Una imagen milenaria diseñada para el futuro?

La precisión de los detalles, su tridimensionalidad y la falta de pigmentos han llevado a muchos a cuestionar su origen y propósito: ¿Fue diseñada para ser entendida en el futuro?
La Sábana Santa sigue siendo un objeto de fe y ciencia, un legado que invita a los investigadores a seguir indagando en sus misterios y su historia, mientras que sigue cautivando a quienes la contemplan.