Según lo expresado por las madres de Anagisel, Claudia y Selene, sus casos de desaparición, ocurridos en 2019 y 2020, se encuentran en completo olvido y sin avances significativos. Esta situación es preocupante y refleja la falta de atención hacia estos casos.
El caso de Claudia Domínguez, quien desapareció cuando tenía 22 años en el año 2019, es particularmente alarmante. Su madre mencionó que la joven logró comunicarse con su expareja en un momento de peligro para pedir ayuda antes de su desaparición.
La madre de Claudia señala que, aunque hay sospechosos en el caso, la Fiscalía General de Baja California (FGE) no ha podido obtener sus testimonios porque aseguran que “no pueden obligarlos a hablar”. Esto resalta las limitaciones en la investigación y la dificultad para avanzar en el caso.
Un caso similar es el de Claudia Rosío Aguilla Cruz, de 29 años, quien desapareció el 7 de mayo de 2020. Su familia ha hecho constantes esfuerzos para que las autoridades tomen en cuenta la información que han proporcionado sobre su paradero.
La madre de Claudia Aguilla señala que han recopilado toda la información en su carpeta de investigación, señalando que “todo lo que se presenta es algo que hemos sacado mi hijo y yo”, lo que evidencia su frustración con el proceso actual. La situación es insostenible para las familias afectadas.
En otro caso, el de Guadalupe García Castillo, quien fue vista por última vez el 2 de marzo de 2020 junto a su pareja, se ha calificado como desaparición forzada. Según el Fiscal Regional de Tijuana, Rubén Alfredo Maximiliano Ramos Ziménez, se han realizado varias búsquedas en relación con este caso, pero los resultados siguen siendo desalentadores.
A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades y familiares, la continua impunidad y la falta de avances notables en estos casos de desaparición en Baja California generan angustia y preocupación en la comunidad. Es imprescindible que se tomen medidas efectivas para esclarecer estas situaciones y apoyar a las familias afectadas.
