El Sodalicio de Vida Cristiana (Svc, en sus siglas en latín) ha sido objeto de atención por las recientes decisiones papales. Se encuentra bajo la supervisión del comisario apostólico Mons. Charles Cykul, nombrado por el Papa Francisco en julio de 2023, para investigar las acusaciones de abusos dentro de la organización.
En un comunicado, el SVC declaró que sus integrantes aceptan “con dolor y obediencia” la decisión del Papa Francisco que puso fin a su sociedad, reconociendo la falta de un carisma divino en el fundador, Luis Fernando Figari, lo que llevó a su suposición.
La Fraternidad Mariana de la Reconciliación también reconoció su implicación en prácticas abusivas y psicológicas dentro del Sodalicio. Desde 2017, se han estado desarrollando investigaciones sobre estos temas, y en agosto de 2024, el Papa Francisco expulsó a Figari de la organización, un hecho que debió ser solicitado ya en 2019.
Los miembros del SVC han expresado que, a pesar de las adversidades, se sienten llamados a seguir sirviendo a la Iglesia, destacando las experiencias de fraternidad y apostolado vividas por diversas personas a lo largo de los años.
El SVC fue fundado en 1971 por Figari y tiene presencia en países como Italia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Ecuador. A pesar de su influencia en numerosas naciones, ha enfrentado serios cuestionamientos sobre la conducta de sus miembros.
Según el SVC, de los casos reportados, un total de 15 involucraron abusos sexuales contra menores de entre 11 a 17 años, 18 casos fueron contra adultos, y 50 fueron clasificados como abusos de otro tipo.
Este panorama resalta la necesidad de una revisión profunda y un compromiso renovado con la transparencia y la sanación dentro de las instituciones afectadas, para que busquen la verdad y la justicia en medio de la crisis.
