Ciudad de México, 14 de abril (El Universal). Este proceso, establecido en el Artículo 34.7 del Acuerdo, tendrá un papel fundamental en el comercio de América del Norte y podría redefinir las normas para empresas, inversores y trabajadores.
El T-MEC, que reemplazó al TLCAN en 2020, introdujo reformas significativas en las reglas de origen, derechos laborales y normativas ambientales. En este contexto, hay un enfoque renovado en las condiciones que se aplican a la industria y sus trabajadores.
Algunos de los temas más relevantes incluyen:
1. Reglas de origen en la industria automotriz: México ha cuestionado la interpretación estadounidense sobre el contenido regional necesario para que un vehículo tenga derecho a aranceles preferenciales, un asunto que podría impactar a diversos sectores en el área.
2. Derechos laborales: la presión por una supervisión más estricta podría aumentar, afectando a varias industrias, desde la automotriz hasta la manufacturera.
3. Sector energético: la política energética de México, que fortalece a Pemex y limita la participación privada, es un punto crítico para inversionistas extranjeros que buscan certeza en sus inversiones.
4. Agroindustria: exportaciones como aguacates y tomates han sido objeto de restricciones y conflictos comerciales que pueden influir en la dinámica de la industria.
5. Impacto del reshoring: la localización de cadenas de suministro masivas ofrece oportunidades significativas para México, favoreciendo la inversión en sectores como manufactura y tecnología, especialmente en estados como Nuevo León, Jalisco y Querétaro.
Víctor Lachica, CEO y presidente de Cushman & Wakefield, una firma líder en servicios inmobiliarios comerciales en México, menciona que estas transformaciones representan un pilar fundamental para el comercio exterior del país, dado que más del 80% de sus exportaciones están destinadas a Estados Unidos.
En un entorno donde se requiere una integración más profunda, surgen retos como la inseguridad, la falta de infraestructura industrial adecuada y la necesidad de mejorar las condiciones de transporte y energía para satisfacer la creciente demanda del sector. La evolución del T-MEC dependerá en gran medida del contexto económico-político en ambos países y de las decisiones que se tomen a futuro.
Víctor Lachica agrega que muchos de los principales mercados industriales están dominados por corporaciones sólidas, lo que representa tanto oportunidades como desafíos. En este sentido, la próxima revisión del tratado tendrá un impacto determinante en el rumbo de los negocios y la economía mexicana, siendo indispensable contar con información precisa, análisis oportunos y una estrategia clara para capitalizar las oportunidades que surjan.