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La situación del agua en México y el acuerdo de 1944
México se enfrenta a un conflicto relacionado con el agua, en el marco del Tratado de 1944, que establece las condiciones para el suministro de este recurso entre México y Estados Unidos. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha afirmado que el cumplimiento de este tratado es crucial, especialmente dado que más del 81% de su contenido se relaciona con la gestión de las aguas. Esto ha generado efectos en la agricultura en varias regiones, como el Valle de Texas.
Las tensiones con Estados Unidos
Recientemente, el ex presidente Donald Trump revivió tensiones al anunciar una pausa de 90 días en la implementación de ciertas tarifas relacionadas con el comercio. Este anuncio se produjo en un contexto de preocupación por las importaciones desde México, al igual que por la relación comercial más amplia entre ambos países.
Retos hídricos y cambio climático
La situación del agua no solo es resultado del cambio climático, según expertos. Se destaca que la sobreasignación de recursos hídricos en el papel resulta en una discrepancia entre la disponibilidad real y la demanda. La escasez hídra ha aumentado debido al manejo inadecuado y a la dependencia de recursos hídricos subterráneos desde hace décadas.
Compromisos de México y respuesta institucional
Existe preocupación por la capacidad de México para cumplir con sus obligaciones de agua bajo el tratado de 1944. El Senado de Texas ha aprobado una resolución que exige al gobierno de EE. UU. que asegure el cumplimiento de México en la entrega de agua prevista en dicho acuerdo.
Declaraciones oficiales y compromiso del gobierno
Sheinbaum ha manifestado que México ha estado cumpliendo con sus compromisos y ha hecho callbacks a las medidas que se están tomando para la gestión adecuada del agua. Esta situación refuerza la necesidad de un enfoque colaborativo entre ambos países para enfrentar los desafíos hídricos.
Expectativas a futuro
La administración de Sheinbaum espera que, a través de iniciativas conjuntas, se logren soluciones duraderas y se eviten conflictos que pongan en riesgo la seguridad hídrica de la región. La conversación se mantiene abierta entre los gobiernos, enfocándose en la necesidad de cooperación para abordar cuestiones complejas en el manejo del agua.