Las variantes de la arena del país, Houston, Chicago, y el terrorismo (cecot), también conocida como la “megacárcel” de El Salvador.
En marzo, más de 200 venezolanos fueron deportados por el gobierno de Donald Trump, en su intento de combatir al temido Tren de Aragua, una de las bandas criminales más peligrosas de Venezuela.
Para ejecutar las deportaciones de inmigrantes, la Casa Blanca utilizó un antiguo marco legal.
Al hacerlo, se pasó por alto la orden de un juez sobre la insuficiencia de pruebas y la situación actual en el país de origen.
La Ley de Extranjeros Enemigos, de 1798, otorga a los presidentes la autoridad para ordenar la detención de ciudadanos de naciones con las que se están manteniendo hostilidades reales.
Esta norma se ha aplicado en tres ocasiones a lo largo de dos siglos, comenzando en 1812 durante la guerra entre Estados Unidos y Reino Unido, luego en ambas Guerras Mundiales, donde se internaron a miles de “extranjeros enemigos”.
El uso de esta ley ha causado controversia, ya que expertos advierten que su aplicación en tiempos de paz es un peligroso abuso de poder que vulnera los derechos legales de las personas.