Los republicanos de Magneto están viviendo una situación tensa en la frontera, y actualmente están reforzando su presencia internacional.
La tensión bilateral entre México y Estados Unidos suma un nuevo capítulo. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles y sanciones a su vecino del sur si no cumple con el tratado de aguas. Este acuerdo establece que Estados Unidos debe enviar 1,850 millones de metros cúbicos de agua del río Colorado a México y 2,185 millones del río Bravo en ciclos de cinco años.
En su plataforma Truth Social, Trump ha mencionado que México debe cumplir con el tratado y que hay consecuencias si no se respeta, incluyendo la posibilidad de aumentar tarifas en productos relacionados con el agua.
La situación es compleja, como lo señaló Manuel Morales, del Departamento de Calidad del Agua de Sira, quien advirtió que hay un problema grave en las relaciones sobre el agua entre México y Texas, que incluye zonas críticas como Coahuila y Tamaulipas.
Desde el 25 de octubre, México comenzó el ciclo de cinco años con un envío estimado de 1,520 millones de metros cúbicos de agua. Este nuevo ciclo es crucial para el manejo de los recursos hídricos en la región.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha respondido a la situación a través de una declaración pública, donde aseguró que se implementarán acciones inmediatas y que se busca cumplir con los compromisos del tratado. Afirmó que México ha estado respetando los acuerdos durante todos estos años y que se alcanzará un entendimiento sobre el tema.
Después de 18 meses de negociaciones, México y Estados Unidos llegaron a un acuerdo fundamental sobre la gestión del agua, un proceso que se reavivó con la llegada de la administración Biden, que busca certeza y previsibilidad en las relaciones bilaterales. Sin embargo, las dificultades persisten, especialmente después de la decisión reciente de enviar agua a Tijuana, lo cual generó tensiones en Texas.