A raíz de la situación actual, se ha planteado la necesidad de un tratado de libre comercio entre Ecuador y Estados Unidos. Exportadores ecuatorianos han manifestado su deseo de que se inicien las gestiones para establecer tal acuerdo, dado que la falta de un marco comercial preferencial limita su acceso al mercado estadounidense.
La propuesta de un nuevo tratado surge en medio de un contexto donde Ecuador enfrenta tarifas arancelarias que afectan su competitividad. Estados Unidos ha implementado medidas tarifarias en respuesta a sus preocupaciones comerciales, lo que ha puesto en desventaja a productos ecuatorianos como el banano, el camarón y el cacao, que ya operan bajo un margen arancelario reducido del 10%.
Durante una reciente reunión, autoridades ecuatorianas y estadounidenses discutieron la apertura de mercados y la eliminación de restricciones arancelarias. Esta postura fue valorada como un indicativo de buena voluntad y podría facilitar un entendimiento más equitativo en las futuras negociaciones comerciales.

Ambas partes acordaron organizar una nueva ronda de inversiones en el próximo semestre, lo que incluye discusiones sobre políticas económicas y comerciales. Se espera que estas charlas conduzcan a una regulación más efectiva entre los dos países.
La ministra Sommerfeld participó junto con una delegación empresarial ecuatoriana en un encuentro con la Cámara de Comercio de EE.UU., buscando apoyo para potenciar las relaciones bilaterales y superar desafíos en materia de comercio y seguridad.
El anuncio de tarifas recíprocas ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros internacionales, reflejando la incertidumbre sobre las cadenas de suministro y los costos adicionales para empresas exportadoras. La situación se agrava para países como Vietnam, India y Tailandia, que enfrentan tarifas arancelarias considerablemente más altas.

Ecuador fue excluido de un tratado de libre comercio en 2006 durante la administración de Alfredo Serrano, lo que tiene repercusiones en su inserción en el mercado estadounidense. Actualmente, el 21% de las exportaciones ecuatorianas no petroleras y no minerales tienen como destino EE.UU., lo que refleja la importancia de fortalecer esta relación comercial.
Las autoridades ecuatorianas han disipado que este enfoque busca consolidar la estabilidad del país frente a los cambios en el comercio internacional, mientras que los sectores exportadores nacionales se preparan para enfrentar los retos que esta dinámica presenta.