En Puebla, una ciudad predominantemente automovilística de México, se respiró un gran alivio con el anuncio de unas medidas arancelarias. Las decisiones tomadas por la Casa Blanca parecen ser menos severas de lo que se había anticipado, lo que ha generado un ambiente más optimista en el país.
La opinión pública está dividida: “No hay razón para tener miedo”, afirma un habitante. Julia, una jubilada que mira con preocupación el futuro de la industria automotriz, comenta que “todo es muy preocupante para la gente, para el país, para todos. Cuando voy al supermercado, los precios suben y, si no hay más empleo, la situación empeora.”
Crecimiento notable de las empresas productoras
Durante el primer mandato de Trump, se renegoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), una modificación que ha generado cambios importantes en muchos sectores. Puebla alberga una de las plantas más grandes de Volkswagen fuera de Alemania, que se dedica a abastecer el mercado norteamericano.
Asimismo, ha habido un destacable crecimiento en las empresas proveedoras en México. La producción regional ha crecido en un 20,5%, informa Karig. La demanda de piezas también ha experimentado un aumento, lo que muestra que las renegociaciones han sido exitosas tanto para Estados Unidos como para México, afirma Karig en una entrevista con DW.
Confianza del gobierno mexicano
Una vez disipados los temores iniciales, Marcelo Ebrard, secretario de Economía de México, expresó su confianza en una entrevista con Radio Fórmula. “Lo que hemos visto son menciones probables en el ámbito geopolítico. La otra parte ha empezado a consolidarse,” señaló Ebrard.
El acuerdo continúa vigente, lo que es muy valioso para México, agregó Ebrard. “Estamos ante aranceles que son menos preocupantes”, indicó.
México y su posición en el comercio
El renovado tratado, así como su contenido regional, beneficia a México de manera significativa, según Karig. “Hasta ahora, México ha seguido bien con un rumbo moderado,” opina.
El consultor de gestión Kenneth Smith, quien participó en la renegociación del Tratado de Libre Comercio, valora positivamente la situación actual: “Las oportunidades para México continúan en crecimiento”.
Por supuesto, México tiene la capacidad de defenderse contra aranceles provenientes de Estados Unidos, pero la cuestión es si esto es sensato y conveniente. “El impacto de los aranceles lo asumirían, al final, los consumidores o las empresas, y podría suponer una carga adicional para la población mexicana,” sostiene Karig.
Reacciones mixtas ante las políticas arancelarias
Las primeras reacciones ante la política arancelaria de Estados Unidos han sido diversas. El medio mexicano Milenio reportó que el fabricante de automóviles Stellantis ha decidido interrumpir, por el momento, su producción en las plantas de Saltillo y Toluca tras el anuncio de Trump sobre los nuevos aranceles.
De acuerdo con el portal Aristegui Noticias, Nissan también ha detenido temporalmente sus operaciones en dos de sus plantas. Sin embargo, hay buenas noticias: Volvo ha anunciado su intención de aumentar su inversión en el estado de Nuevo León en 700 millones de dólares, según lo informado por Ebrard, el secretario de Economía.
(MN/MS)