La cultura de la región es un reflejo de su diversidad y su historia. Los programas existentes en Estados Unidos, como los de artesanías y prácticas culturales, son tema importante en el contexto de la ciudad, que se encuentra en pleno proceso de desarrollo.
Mexicali se integra a esta categoría como un ecosistema dinámico que, al igual que otras localidades, consume, transforma y libera recursos en un constante intercambio de materia y energía. Este funcionamiento implica interacciones complejas con otros ecosistemas, tanto naturales como artificiales.

Fundada oficialmente el 14 de marzo de 1903, Mexicali ha visto cómo la mezcla de ingredientes nacionales y extranjeros transformó su paisaje desértico. La ciudad ha evolucionado en gran medida hacia un sistema urbano más desarrollado, que incluye diversas interacciones económicas y culturales.
Desde la década de 1950, la modernización agrícola y el manejo eficiente del agua han consolidado al Valle de Mexicali como uno de los más productivos del país. Las inversiones gubernamentales, el capital extranjero y proyectos hidráulicos como el drenaje del delta del río Colorado han fomentado un desarrollo agrícola e industrial robusto.

Como un ecosistema urbano, Mexicali ha adaptado sus biotopos a un entorno dependiente de la importación de energía, utilizando productos como gasolina y otros subproductos del petróleo. Este sistema integra tanto materia prima local como productos finales listos para el consumo, al tiempo que enfrenta la llegada de nuevas poblaciones.
El acelerado crecimiento de Mexicali, impulsado por la expansión del parque industrial, la infraestructura y nuevas zonas residenciales, ha transformado el paisaje urbano de la ciudad. Esta dinámica, alimentada por capitales extranjeros y una creciente urbanización, ha consolidado a Mexicali como un ecosistema urbano moderno caracterizado por un flujo migratorio activo y una creciente interconexión entre sus habitantes.

Desde el punto de vista ambiental, la ciudad enfrenta problemas graves de contaminación, situándose entre las más afectadas del país, debido a emisiones industriales, el tráfico vehicular y otras fuentes como los puestos de comida que utilizan carbón. Además, el fenómeno de Islatérmica exacerba el malestar climático y promueve el uso excesivo de aire acondicionado, lo que agrava la situación.
La principal fuente de agua enfrenta restricciones internacionales, sumadas a una escasez de lluvias sostenida. Los humedales del delta del río Colorado resaltan como un sistema valioso, proporcionando servicios ecosistémicos esenciales y hábitats para diversas especies. La gestión urbana debe enfocarse en soluciones sostenibles, con apoyo de ONGs, para garantizar un futuro viable para Mexicali.