El gobierno de México está en busca de una respuesta efectiva ante las políticas comerciales de Estados Unidos, especialmente después del anuncio de Donald Trump sobre la imposición de aranceles a los vehículos. Esta situación ha llevado a que las autoridades mexicanas aseguren que no proporcionarán una respuesta inmediata, sino que prepararán una estrategia integral que será presentada en abril, una vez se tenga mayor claridad sobre la política comercial estadounidense.
Entre las acciones que se planean, se destaca la necesidad de fortalecer el mercado interno con vehículos accesibles y sostenibles. Además, se busca mitigar el impacto de los aranceles estadounidenses mediante la integración regional y aumentar el contenido nacional en la producción, pasando del 83% al 90%, con el objetivo de generar más empleo y reducir la pobreza.
Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, ha mencionado que México exporta alrededor de 3 millones de vehículos y que se está trabajando para lograr un acuerdo comercial bilateral preferencial que defienda a las industrias nacionales. Esta estrategia es esencial, especialmente tras la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de vehículos y ciertas autopartes por parte del gobierno de Trump, bajo el pretexto de seguridad nacional.
Dicha medida ha ocasionado alteraciones en el comercio entre Canadá y México, en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Ebrard comentó que la negociación de un acuerdo integral es crucial para la región de autopartes, donde las empresas automotrices deben adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
Asimismo, la presidenta Sheinbaum ha señalado la oportunidad de fabricar vehículos eléctricos y compactos localmente como una alternativa viable. Este modelo de producción es accesible para todos los actores involucrados en la industria.
También se han propuesto incentivos fiscales para la fabricación de autopartes críticas, como baterías y motores eléctricos, en México, así como la formación de alianzas con pequeñas y medianas empresas mexicanas para integrarlas en cadenas globales de suministro.
En conclusión, la respuesta del gobierno mexicano busca no solo proteger los empleos en el país, sino también mantener la soberanía económica en medio de un panorama comercial complicado.