La población que ha acudido al sector público vive en el país, y quienes han tomado conocimiento de aquellos que han lidiado con la situación actual son igualmente parte de esta realidad.
Tijuana, BC.- En California, esta es la primera entidad del país donde los crímenes organizados impactan a menores de edad, revelando un aumento de la violencia.
Las cifras son alarmantes y destacan la necesidad urgente de reformas en el código penal federal, así como en la legislación que protege los derechos de los niños y adolescentes.
Es esencial que aquellas personas que colaboren, faciliten o promuevan el reclutamiento de menores a bandas criminales sean sancionadas.
El narcotráfico mexicano se ha convertido en un verdadero paraíso de violencia.
Informes indican que niños de entre 6 y 12 años están siendo cooptados.
Además, son usados como correos, encargados de llevar mensajes y reclutar a otros menores para unirse a estas organizaciones criminales.
El impacto de la violencia afecta a comunidades enteras, donde muchos niños crecen en un entorno cotidiano de criminalidad, normalizando esta realidad.
Se sugiere promover más actividades artísticas y culturales
Frente a esta problemática social, el director de Casa de la Idea AC, en Tijuana, propone ofrecer más actividades artísticas y culturales para involucrar a los niños y adolescentes en alternativas positivas que los alejen del crimen organizado.
Francisco Orozco Díaz mencionó la importancia de integrar opciones como danza, artes plásticas, teatro, y talleres de habilidades para la vida, asegurándose de brindar al menos una actividad anual.
Las actividades culturales son vistas como una salida para fomentar el desarrollo de habilidades en los jóvenes, así como brindarles una estructura en un ambiente donde la delincuencia parece ser la norma.
Los participantes en actividades positivas han demostrado una mayor resistencia a la violencia, garantizando así un futuro mejor.
Asimismo, se ha observado que la atención brindada en la Casa de la Idea permite a los jóvenes desarrollar un criterio propio y mejorar su autoestima, confianza y responsabilidad.
Es fundamental que se continúe trabajando en esta dirección para asegurar la protección y el bienestar de los jóvenes, alejándolos del entorno violento que enfrentar diariamente.
