El uso de Signal como plataforma de comunicación ha generado cierta controversia, especialmente tras la inclusión inesperada del editor jefe de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, en un grupo de chat que discutía sobre las operaciones militares en Yemen. Este grupo fue designado para tratar sobre un ataque aéreo estadounidense en la capital yemenita, Saná, que resultó en numerosas muertes el pasado 16 de marzo.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, consideró esta acción como “decisiva” en la lucha contra la piratería, la violencia y el terrorismo. Sin embargo, el uso de una aplicación comercial de mensajería para discutir asuntos de seguridad nacional ha provocado reacciones críticas en Washington, con varios legisladores demócratas e integrantes del gobierno expresando preocupaciones sobre la seguridad de la información.
Se estima que Signal cuenta con entre 40 y 70 millones de usuarios activos mensuales, una cifra que la posiciona como una alternativa competitiva a otros servicios de mensajería. Esta aplicación destaca por su enfoque en la seguridad, utilizando cifrado de extremo a extremo (E2EE) para proteger las comunicaciones, lo que significa que solo los destinatarios pueden acceder a los mensajes, ni siquiera Signal puede hacerlo.
La Seguridad en la App
El código abierto del software de Signal, accesible al público, permite a los usuarios auditar la app y verificar su integridad. Esta característica contribuye a que Signal sea considerada como una de las mejores opciones para la comunicación privada. “Signal es el estándar de oro en comunicación privada”, afirmó Meredith Whittaker, experta en tecnología y datos.
Sin embargo, la situación vivida con la filtración de información clave ha planteado serias dudas sobre la efectividad de las herramientas de seguridad disponibles. Chuck Schumer, líder demócrata, catalogó el incidente como uno de los mayores escándalos de filtración de inteligencia militar en la historia reciente.
“Muy, Muy Inusual”
Expertos consideran inusual que funcionarios de alto nivel opten por plataformas de mensajería comunes para comunicarse sobre temas sensibles. “Es preferible utilizar espacios de comunicación más seguros y controlados por el gobierno para evitar la exposición a posibles filtraciones”, dijeron algunos críticos.
Signal, al igual que otras aplicaciones, permite a los usuarios programar mensajes para que se autodestruyan tras un periodo determinado, lo que añade una capa extra de seguridad. Sin embargo, esto no garantiza una protección absoluta, especialmente cuando la responsabilidad recae en el usuario para mantener la confidencialidad de la información transmitida.
Numerosos funcionarios en gobiernos previos, como durante la presidencia de Joe Biden, también han utilizado Signal en dispositivos oficiales, destacando la necesidad de equilibrar la seguridad con la eficiencia en la comunicación. Sin embargo, el uso de aplicaciones de mensajería, aunque sean consideradas seguras, sigue siendo objeto de escrutinio y debate.