A pesar de las constantes humillaciones y la condena pública, la abogada camerunesa Alice Nkom se mantiene firme en su compromiso de defender los derechos de las personas homosexuales en su país. Desde hace más de dos décadas, ha estado abogando por una mayor aceptación y protección de esta comunidad en Camerún.
Nkom, quien se ha enfrentado a diversos ataques y críticas, se expresa con fuerza, asegurando: “Siempre defenderé a los gais, aunque los traten como animales”. Su tarea principal, según ella, es proteger a quienes menos tienen.
En Camerún, tanto hombres como mujeres pueden ser castigados con hasta cinco años de prisión por relaciones homosexuales, de acuerdo con el Código Penal. Esta legislación ha llevado a muchos a vivir en la clandestinidad debido al temor a represalias.
Nkom, que también es madre, se ha convertido en símbolo de protección para cientos, quizás miles de personas que han enfrentado la violencia y el rechazo por su orientación sexual. “Ella es como nuestra madre y nuestro padre”, dicen muchos de sus defendidos.
Su trayectoria empezó cuando se convirtió en la primera abogada negra del país en 1969. Inicialmente se enfocó en ayudar a los menos favorecidos, pero un caso que salió a la luz en 2003 la impulsó a luchar por la despenalización de la homosexualidad. “Cuando revisé el expediente judicial, me di cuenta de la injusticia que existía”, comenta Nkom.
En su esfuerzo por garantizar derechos básicos, fundó la Asociación para la Defensa de la Homosexualidad (ADEFHO) en 2003. Desde entonces, ha estado involucrada en numerosos casos, incluidas violaciones de derechos que han llevado a la prisión a personas por motivos de su orientación sexual.
Recientemente, Nkom se ha mostrado esperanzada tras las declaraciones de Brenda Biya, la hija del presidente Paul Biya, quien se declaró abiertamente lesbiana. “Esto podría ser un cambio positivo”, afirma Nkom, quien aprovecha este momento como un hito potencial en la lucha por la igualdad de derechos en Camerún.