México desempeña un papel fundamental en el comercio internacional. A pesar del T-MEC, el presidente de EE. UU., Donald Trump, ha adoptado una postura proteccionista, imponiendo nuevas tarifas sobre productos estratégicos. Esto ha generado repercusiones sobre los países involucrados, especialmente en el caso de México y Canadá. Actualmente, el presidente se encuentra gestionando diversas cuestiones comerciales y su administración está trabajando arduamente para mejorar la situación económica.
“Esperaremos hasta el 2 de abril para tomar una decisión definitiva sobre si se aplican aranceles recíprocos al acero y al aluminio”, indicó en su momento. Este contexto implica que las relaciones comerciales entre EE. UU. y otros países son objeto de constante evaluación y negociación.
Las autoridades han añadido que, bajo el marco del T-MEC, se confía en llegar a un acuerdo con Trump para evitar impuestos adicionales sobre las importaciones de México. En las próximas semanas, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y el secretario de Hacienda, Edgar Amador, llevarán a cabo mesas de trabajo con sus contrapartes en Washington para abordar este tema. Ebrard aseguró que mantienen una excelente relación con los industriales mexicanos: “Estamos colaborando con los productores nacionales”, afirmó.
Chinatopix
Trump busca restaurar la industria siderúrgica de Estados Unidos mediante aranceles. Los datos indican que México es el principal exportador de acero, ocupando el segundo lugar en exportaciones, justo detrás de Canadá. Además, México es un importador relevante de acero estadounidense, adquiriendo más de cuatro millones de toneladas de este material, lo que resulta en un superávit comercial para EE. UU. de más de 6000 millones de dólares.
Desde su primer mandato en 2018, el presidente ha centrado su atención en estos insumos, cruciales para la manufactura de automóviles, equipos industriales y componentes electrónicos. La situación es compleja, ya que se ha alegado que México ha estado recibiendo acero chino; sin embargo, tanto las autoridades mexicanas como el sector empresarial han rechazado estas acusaciones. Se ha iniciado una investigación para examinar a fondo la situación.
En el ámbito global, la producción de acero ha superado los 1890 millones de toneladas, de las cuales aproximadamente 1000 millones provienen de China, el mayor productor mundial. Esta realidad ha generado un desbalance en el mercado estadounidense, evidenciando su vulnerabilidad debido a la falta de autosuficiencia en la producción de acero.
Jim Mone-AP
México se posiciona como el 15º productor de acero a nivel mundial, con una producción anual de 20 millones de toneladas. No obstante, las cifras indican que la mayoría de sus importaciones provienen de EE. UU. (32.5%), Corea del Sur (15.5%) y China (11%), lo que pone de manifiesto la importancia de mantener relaciones comerciales estables.
Brasil, uno de los principales exportadores de acero, se destaca en el mercado y refleja las dinámicas del comercio internacional. Recientemente, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó una siderúrgica y recordó que en 2024, las exportaciones a EE. UU. alcanzaron unos 3200 millones de dólares en acero y aluminio, evidenciando un superávit comercial prolongado para Washington con Brasil de aproximadamente 7000 millones de dólares.
Por Naiara Galarraga Gortázar
El País