El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que reducirá su financiamiento en 377 millones de dólares a la salud sexual y reproductiva, así como al fondo de población (UNFPA), lo que podría tener consecuencias graves.
Hasta el 26 de febrero, UNFPA había sido notificado de que casi todas sus subvenciones —48 hasta ahora— están en riesgo, según un comunicado de la agencia.
Este recorte podría afectar la labor humanitaria, que se ocupa de cuestiones fundamentales como la mortalidad materna, la seguridad en los partos y el bienestar de las comunidades vulnerables.
Impacto en diversas regiones
El trabajo que realiza UNFPA es vital para abordar la mortalidad materna evitable, la violencia de género, prácticas nocivas y el matrimonio infantil, así como la mutilación genital femenina.
Los recortes de fondos afectarán programas en países como Afganistán, Chad, la República Democrática del Congo, Haití, Malí, Sudán, Siria y sus vecinos, así como Ucrania.
Desafíos y futuro incierto
Los recortes generarán un desafío significativo para las comunidades que dependen de estos fondos. La situación actual pone en riesgo la salud y el bienestar de numerosas personas que ya enfrentan dificultades en sus vidas.
Las organizaciones son las encargadas de brindar apoyo y asistencia, pero la situación financiera apremiante complica su labor en el terreno.
Las propuestas de financiamiento dependen en gran medida de las contribuciones voluntarias de gobiernos, organizaciones intergubernamentales, fundaciones y sectores privados, quienes son clave para mantener la labor esencial que se realiza.