Abuso de poder y manipulación de documentos
Algunos individuos cometen un grave abuso al alterar mis reportes de partes policiacos, utilizando tinta borrable. Esta práctica sigue beneficiando a los acusados, lo que es sumamente preocupante. Abusando del poder que se les ha conferido, crean documentos que no reflejan la verdad. Tal y como señalé en una de mis pancartas, este abuso es inaceptable. Además, he proporcionado una copia adicional al Semanario Zeta que evidencia la falta de integridad en los documentos; los renglones 7 y 8 han sido alterados, lo que permite que delincuentes disfruten de más garantías que las propias víctimas. Cualquier abogado reconoce que las alteraciones en un documento firmado constituyen fraude, especialmente si se trata de documentos oficiales.
Impunidad ante amenazas e invasiones a mi propiedad
He vivido una situación insostenible en la Colonia Independencia, donde mi propiedad ha sido invadida por un individuo llamado Gonzalo N. y su familia, lo que ha afectado mi negocio. A pesar de haber solicitado ayuda a las autoridades, no han tomado medidas al respecto y, en cambio, la situación ha escalado a amenazas de muerte y agresiones verbales hacia mis trabajadores. Mis denuncias han sido ignoradas, favoreciendo así a los abusadores. En este contexto de impunidad, he sufrido seis robos y allanamientos en mi propiedad, y mi primera denuncia fue manejada de manera dudosa por el Ministerio, que solo entrevistó a un testigo que tiene antecedentes penales.
Inacción de las autoridades
El 2023 estuvo marcado por amenazas hacia mí y mis testigos, de los cuales uno nunca fue entrevistado por la policía, alegando que tenían demasiados expedientes. Esto deja en evidencia la falta de interés en investigar los delitos y en proteger a las víctimas, lo que refuerza el ciclo de impunidad. Las situaciones que he denunciado, así como la falta de rondas preventivas por parte del Ayuntamiento, han permitido que los delincuentes operen sin temor a ser capturados.
Delincuencia en aumento y complicidad
La falta de acción de las autoridades ha alimentado un ambiente propicio para el crimen. Existen construcciones irregulares en nuestra ciudad que contribuyen al desastre urbano, mientras que los delincuentes, como el cabecilla Juan N., siguen actuando con total libertad. La policía ha tenido conocimiento de estos hechos y, sin embargo, no han tomado medidas efectivas. La complicidad de algunas autoridades es evidente y parece que están más interesadas en proteger a los criminales que en hacer cumplir la ley.
Testimonios de amenazas y violencia
En diciembre de 2024, fui objeto de una nueva agresión verbal por parte de un miembro de la banda. Cuando llamé al 911, la respuesta de la policía fue deficiente, y el trato que recibí fue despectivo. Este tipo de comportamiento por parte de las autoridades solo refuerza la percepción de que la justicia no está al servicio de la comunidad, sino de aquellos que la corrompen. La actitud de los oficiales de policía que respondieron refleja la apatía y la falta de profesionalismo que he enfrentado al elevar mis quejas.
Necesidad de cambios y atención a la ciudadanía
Agradezco al Semanario Zeta por dar visibilidad a mi situación, lo que me permitió solicitar que se dotara a los policías de cámaras corporales para mejorar la transparencia y el seguimiento de las denuncias ciudadanas. Sin embargo, mis peticiones han sido sistemáticamente ignoradas. Es fundamental que las autoridades no solo prometan atención a las quejas de los ciudadanos en épocas de campaña, sino que actúen con prontitud y eficacia.
Conclusión
Es imperativo que se restablezca la confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad. Necesitamos un compromiso real de las autoridades para combatir la corrupción y la impunidad, así como un verdadero interés por proteger a las víctimas. Las acciones del gobierno deben reflejar un deseo genuino de restaurar el orden y la justicia en nuestra comunidad. Las denuncias de abuso de poder y falta de respuesta eficiente no pueden seguir en el olvido.
Atentamente,
Jose de Jess Marquez Perez.
Ensenada, BC
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