Recientes informes indican que Ucrania ha comenzado una ofensiva en la región de Kursk, específicamente en la ciudad de Sudzha. Las imágenes satelitales y los datos de inteligencia, como los proporcionados por el ‘deep state’ ucraniano, muestran la ubicación de los combates. Sin embargo, el Kremlin no ha emitido un comentario sobre la propuesta de Estados Unidos de establecer un alto el fuego de 30 días durante las negociaciones en Arabia Saudita.
Siete meses después de convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el Kremlin, tras realizar una incursión sorpresa, Ucrania cuenta con aproximadamente 10,000 efectivos en unidades bien equipadas y reparamos. No obstante, este número es mínimo comparado con la cantidad de fuerzas rusas presentes, lo que causa que la situación sea precaria, obligando a Ucrania a hacer ajustes estratégicos bajo diversas condiciones.
Los observadores militares, como Yan Matveyev, sostienen que los rusos han amenazado a las tropas ucranianas para mantener su control sobre ciertas provincias, lo que ha llevado a un agravamiento de la situación en el conflicto actual.
La situación se volvió crítica y, según diversas fuentes, el comandante en jefe del ejército ucraniano, Oleksander Syrskyi, dio la orden de replegarse cuando Estados Unidos propuso una tregua, condicionada a la reciprocidad por parte de Rusia, lo que lleva a la suspensión de la ayuda militar estadounidense.
Analistas estadounidenses, incluyendo al expresidente Donald Trump, han señalado que hay una ruptura significativa entre Moscú y Kiev. A pesar de las negociaciones prolongadas sobre el alto el fuego, se ha percibido que Ucrania busca la paz, mientras que Rusia no ha mostrado un compromiso similar.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que Rusia está estudiando la propuesta ucraniana en línea con lo debatido en las reuniones con funcionarios estadounidenses como el secretario de Estado, Marco Rubio, y el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, sugiriendo que habrá gestiones en los próximos días.
Por otro lado, el exdiputado Viktor Soboliev declaró que aceptar una tregua es “admisible”, aunque su colega Fiodorov considera que la propuesta es un engaño promovido por Trump. Para el Grupo de Análisis Militar Leiber, conectado al sector del ejército ruso, la posibilidad de un alto el fuego bajo términos ucranianos es inaceptable, lo que pone en duda el verdadero compromiso hacia la paz.