El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido imponer un arancel del 25% sobre el acero y el aluminio importados, sin excepciones. Este gravamen entrará en vigor el 12 de marzo.
Esta medida podría aumentar los precios de una variedad de productos, desde bebidas carbonatadas hasta automóviles, lo cual podría repercutir en la economía del país.
Estados Unidos depende de un 25% de acero importado, mientras que en el caso del aluminio, la cifra se eleva a más del 50% del total consumido.
Ebrard viaja a Washington para negociar aranceles al acero de México
Marcelo Ebrard, Secretario de Economía de México, ha viajado por tercera vez a Washington en un intento de evitar la imposición de aranceles por parte del gobierno estadounidense. La entrada en vigor de estos aranceles al acero y al aluminio está programada para marzo.
Las tarifas impuestas anteriormente en 2018 durante la gestión de Trump, que consistían en un 25% al acero y un 10% al aluminio provenientes de México, Canadá y la Unión Europea, fueron levantadas en mayo de 2019, pero tuvieron un considerable impacto en el comercio bilateral.
Trump niega exención de aranceles al acero y aluminio para Australia
Aunque Australia es aliada de Estados Unidos, Trump ha decidido no otorgar una exención para el acero y el aluminio derivados de este país, lo cual ha generado preocupación entre los líderes australianos.
Caroline Levitt, portavoz de la Casa Blanca, expresó que el presidente no otorgará excepciones a pesar de las negociaciones previas de Australia para evitar la imposición de estos aranceles. Ya durante la primera administración de Trump, Canberra realizó extensas negociaciones con Washington sobre este tema.
Esto forma parte de un esfuerzo por parte del gobierno estadounidense para proteger la industria local, aunque podría tener repercusiones para los consumidores y las relaciones comerciales internacionales.