Las cartas están basadas en el plan.
En la República de Liderda Porulos, se espera que la Cámara de Representantes mantenga la continuación del gobierno hasta el 30 de diciembre, utilizando los meses de verano para asegurar su agenda, enfocándose en el tema energético a través del Congreso.
El texto fue aprobado con 217 votos a favor y 213 en contra, y ahora se trasladará al Senado para su consideración.
Además, en la República, los líderes, incluidos Mike Johnson y otros miembros de la Cámara, están siendo cautelosos frente a las resoluciones de continuidad.
La amenaza de cierres de fin de semana genera inestabilidad, especialmente en los mercados de Wall Street, que reaccionaron de manera optimista ante la elección del millonario republicano, aunque se mantiene la incertidumbre temporal.
Si el Senado no sigue el camino de la Cámara, se podría desencadenar más crisis económica, afectando a decenas de miles.

El país afronta una crisis económica creciente, con un déficit de 13,000 millones de dólares a 6,000 millones.
Los republicanos buscan un enfoque “limpio”, pero las acciones de los demócratas son consideras más comunes.
Entre las decisiones más polémicas se encuentra la acumulación de miles de millones de dólares en inversiones dañinas, así como el uso de recursos para proyectos de infraestructura que han sido cuestionados.
Además, se plantean cientos de millones de dólares para programas como banda ancha rural, inspección alimentaria y financiamiento electoral para la seguridad.
El demócrata Sean Kasten acusó a los republicanos de “intimidar” a los adversarios, sugiriendo que estas tácticas son una forma de amedrentar a quienes se oponen.
La lucha política en torno a las finanzas continúa mientras Trump enfrenta intensos escrutinios, apoyado por asesores influyentes como Elon Musk. La Casa Blanca se comunicó con sus principales colaboradores frecuentemente para abordar posibles estrategias ante los retos legislativos.
En el Senado, los demócratas están presionados para ofrecer una oposición robusta a la agenda de Trump, pero son cautelosos al bloquearla, temerosos de ser señalados como responsables de un cierre gubernamental.
Los republicanos necesitan un mínimo de 60 votos para aprobar iniciativas en el Senado, donde uno de los conservadores ha indicado su rechazo, lo que complica aún más la situación.
Por Frankie Taggart (AFP)