El sábado pasado, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) arrestaron a Mahmoud Khalil, un miembro del Comité del Campus en Solidaridad con Gaza de la Universidad de Columbia, quien había realizado amenazas de deportación.
Durante el transcurso del caso, el juez Jesse M. Furman determinó que Khalil, un estudiante de la Universidad de Columbia y ciudadano argelino de ascendencia palestina, tiene una tarjeta de identificación y se encuentra en Estados Unidos de manera legal.
En base a este contexto, el juez ordenó que Mahmoud Khalil permanezca en Estados Unidos por el momento y que, eventualmente, se aloje en una vivienda propiedad de la universidad.
Se menciona que Khalil está relacionado con un proceso que se desarrolla en el país y es considerado una fuente importante para la comprensión de los derechos de los inmigrantes.
Un agente ha indicado que Khalil está buscando una residencia permanente o tarjeta verde; sin embargo, las autoridades le comunicaron que también lo están considerando para deportación.
El Departamento de Seguridad Nacional afirmó que Khalil, quien en estos momentos se encuentra en un centro de detención en Luisiana, ha estado involucrado en “actividades” no especificadas.
Protestas en Nueva York exigen su liberación
Aproximadamente mil personas se manifestaron en Nueva York demandando la liberación de Khalil. Gritaron consignas como: “¡Fuera las manos de nuestros estudiantes!” y “¡Fuera el ICE de nuestros campus universitarios!”
Mientras tanto, mensajes en redes sociales han expresado que “nos oponemos a los ataques brutales a la libertad de expresión y a los ataques contra activistas palestinos, estudiantes inmigrantes y manifestantes.”
“Este es el momento de unir esfuerzos para proteger a nuestros estudiantes y exigir la liberación de Mahmoud Khalil”, añadieron en sus mensajes.
Murad Awawdeh, presidente y director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, declaró que “en Estados Unidos, la Primera Enmienda garantiza la libertad de expresión para todos. Atacar a un activista estudiantil es una ofensa a los derechos de Mahmoud Khalil y su familia”.
Por último, se subrayó que la situación actual envía un mensaje negativo sobre la protección de la libertad de expresión en el país y que la persecución hacia Khalil es un reflejo de una agenda discriminatoria.
