Tulsi Gabbard, Directora de la Inteligencia Nacional de EE. UU., comunicó el lunes 10 de marzo que la Casa Blanca revocó los permisos de seguridad de varios exfuncionarios del gobierno.
Gabbard explicó que esta acción fue ordenada por Donald Trump, el ex presidente de Estados Unidos.
La decisión afecta al ex secretario de Estado Antony Blinken, al ex asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, así como a varios abogados, incluidos Mark Zaid, Norman Eisen y Andrew Weissmann, y al fiscal de distrito Alvin Bragg.
Además, la orden de Trump se extiende a los 51 agentes de inteligencia que firmaron una carta en octubre de 2020 que describía la historia de Hunter Biden como una “desinformación”.
Trump ya había advertido en enero, poco después de regresar al poder, que retiraría los permisos de seguridad a aquellos que considerara responsables. Gabbard considera que la misiva era un documento sesgado.
Los mensajes indican que Hunter Biden presentó a Joe Biden, entonces vicepresidente de EE. UU., a ejecutivos de la empresa de gas natural ucraniana Burisma Holdings, la cual era objeto de investigación por parte del fiscal general de Ucrania, Viktor Shokin, entre 2015 y 2016.
El entorno de Trump ha defendido que Joe Biden presionó para despedir a Shokin mediante una llamada telefónica al entonces presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, con el fin de proteger a su hijo.
El representante republicano Kevin McCarthy ha iniciado un proceso de juicio político contra Joe Biden, basándose en acusaciones sobre corrupción. James Comer, presidente del Comité de la Cámara, ha reunido evidencia que sugiere que entre 2014 y 2019, Hunter Biden y sus asociados recibieron aproximadamente 24 millones de dólares de personas o empresas de países como Rusia y Ucrania.
