El pasado domingo, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, realizó un acto en el Zócalo de la capital, donde se congregaron miles de personas, con una asistencia estimada por el gobierno de 350,000. Este evento festivo buscaba reforzar su base social y contó con la presencia de varios gobernadores, así como de figuras de la oposición, en un ambiente lleno de energía y concurrencia masiva.
En el contexto internacional, se mencionó que Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, busca imponer aranceles a México entre otros países. Dicha medida se encuentra pausada, aparentemente hasta abril, lo que ha resaltado la urgencia del diálogo y las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
La mandataria expresó su firme convicción sobre el potencial de México como un gran país, con un pueblo valiente y digno. Durante su discurso, resaltó la importancia de la igualdad entre México y otros países, afirmando que su nación es fuerte y ubicada en el escenario mundial. También agradeció la voluntad de diálogo con Estados Unidos, a pesar de reconocer que hay personas que no comparten la misma visión sobre las relaciones entre los pueblos y gobiernos.
Trump, por su parte, anunció que no gravaría las importaciones mexicanas hasta el 2 de abril, condición sujeta al desempeño del gobierno estadounidense en cuanto a sus propias evaluaciones. Hasta el momento, México parece haber suspendido la evaluación de ciertos productos para abordar el tema en conversaciones directas entre los mandatarios.
La jefa de gobierno mencionó la importancia de ser optimista ante el anuncio de Trump sobre los aranceles, subrayando que la economía entre México y Estados Unidos está intrínsecamente interrelacionada y cualquier cambio podría generar un desajuste en ambas naciones. Este tipo de reflexión es crucial en el contexto actual, donde la interacción económica y política tiene significativas implicaciones para el futuro de ambas naciones.

En un ambiente de unidad, varios líderes de Morena acompañaron a Sheinbaum en este evento, aunque la jefa de Gobierno continuó su trayecto hacia el escenario, alejándose de sus compañeros. Durante su discurso, reafirmó la responsabilidad compartida de ambos países en la problemática de la inmigración y el tráfico de drogas, subrayando que cada año, México transporta hacia el norte cantidades significativas de fentanilo, mientras que enfrenta el tráfico de armas desde el norte, una situación que tal y como indicó, resulta ser un desafío bilateral constante.
Finalmente, Sheinbaum recordó que anualmente aproximadamente 23 millones de estadounidenses visitan México, y hay cerca de un millón de residentes estadounidenses viviendo en el país. Esto resalta la integración económica entre ambas naciones, enfatizando que cualquier alteración en las políticas podría generar inestabilidad, pero también presentando la oportunidad de convertir la región en un importante centro de negocios a nivel global, compitiendo con otras áreas del mundo.