Belkis Malpa, una venezolana de 43 años, se encuentra sentada ante su “casa”, una instalación que en realidad es un hotel improvisado. En su pequeño espacio, compartido con su hija de 12 años, hay un colchón y un fogón de gas. Ambas forman parte de un grupo de personas que viven en chabolas a las afueras de la iglesia de la Soledad, ubicada en el centro de Ciudad de México.
Malpa había marcado una fecha importante en su calendario: el 30 de enero. Ese día, se habilitó el CBP One, una aplicación móvil lanzada por el gobierno que permite a los migrantes esperar en sus países de origen.
El día que Biden asumió el cargo, Trump desactivó el CBP One, un hecho que Malpa lamenta, comentando: “Ya teníamos los vuelos y lo perdimos todo”.
La razón de su migración radica en que trabajaba bajo la presión del gobierno de Nicolás Maduro, que obligaba a las personas a apoyar a su administración para poder acceder a asilo.
Malpa y otros migrantes esperan que Trump modere las políticas migratorias. Si eso no ocurre, tienen la intención de solicitar asilo en México y regresar a Caracas.
David Bustillo, un migrante de 35 años, comparte su experiencia. Encara las adversidades, pero con esperanza de encontrar un futuro mejor.
Las autoridades mexicanas informaron que durante 2024 detuvieron a más de 266,000 migrantes que venían de Venezuela, y la mayoría de ellos ocupan el campamento en el que se encuentran Malpa y Bustillo.
Bustillo recuerda con angustia que pasaron seis días en una situación difícil, y dice: “Vimos gente secuestrada”.
Para Bustillo, su arduo viaje no puede ser en vano. “No cruzo seis países para quedarme aquí”, recalca, después de haber recorrido miles de kilómetros a través de varios países de Centroamérica y México.
Bustillo considera que, tras el cierre de la frontera de Estados Unidos, su próximo destino podría ser Canadá, pero admite que debe planificar cuidadosamente esa posibilidad.
A pesar del bajo número de detenciones en la frontera, según las últimas estadísticas, la situación sigue siendo crítica para muchos migrantes.
Eunice Rendón, experta en migración, sostiene que la llegada de migrantes ha disminuido, pero eso no ha mejorado las condiciones en los campamentos.
El flujo migratorio sigue siendo difícil, con la presión de las autoridades de ambos países.
Trump considera la disminución de llegadas como un éxito de su administración, a expensas del sufrimiento de muchos.
Desde la asunción de Trump, miles de migrantes han sido deportados a México, reflejando la dura política migratoria estadounidense.
La política de Trump ha generado un ambiente hostil en la frontera, afectando a quienes buscan una nueva vida.
Los migrantes enfrentan grandes desafíos por parte de las autoridades mientras intentan cruzar la frontera.
El diálogo entre los migrantes y el gobierno estadounidense es limitado, y muchos sienten que no hay opciones para avanzar.
Bustillo comparte que muchos migrantes temen hablar abiertamente sobre sus experiencias, sintiéndose atrapados en una situación complicada.
Algunos, como Bustillo, prefieren arriesgarlo todo para ayudar a sus familias, sacrificándose por un futuro mejor.
La situación sigue siendo precaria, con muchos migrantes sintiendo que son utilizados por los sistemas políticos de ambos países.
A pesar de las dificultades, los migrantes siguen esperando condiciones más favorables para poder avanzar en su lucha por un mejor futuro.
Las condiciones de su viaje son duras y muchos sufren diversas vejaciones durante su travesía.
Las experiencias de los migrantes son variadas, desde largas caminatas hasta peligrosos encuentros con coyotes.
Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México, prometió reubicar a los migrantes, pero la población del campamento no ha disminuido.
Rendón enfatiza que la situación en los campamentos no muestra signos de mejora.
México debe tomar medidas efectivas para gestionar la migración, fortaleciendo su frontera para controlar el flujo migratorio.
La relación entre México y Estados Unidos es compleja; las amenazas de Trump continúan afectando las políticas migratorias.
La lucha contra el tráfico de drogas, como el fentanilo, complica aún más la relación binacional.
Aunque la agenda migratoria es un tema central, la migración sigue siendo un fenómeno inevitable.
Es crucial que México implemente políticas de integración para ayudar a los migrantes.
Los migrantes necesitan apoyo para enfrentar la situación que atraviesan, y sus voces deben ser escuchadas.