La exploración del espacio se da en un contexto donde diversas instituciones y expertos han estado trabajando para el desarrollo científico y tecnológico de México. Recientemente, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la fusión de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) con Mexsat. Esta decisión ha generado controversia, ya que el exdirector de la AEM, Salvador Landeros Ayala, expresó su disenso a través de una carta, manifestando inquietudes sobre el futuro del espacio mexicano.
El pasado 24 de enero, Landeros Ayala envió una carta a la presidenta, que fue divulgada posteriormente. Este ingeniero fue nombrado por el presidente López Obrador en 2019 y se había dedicado a fortalecer la AEM y sus proyectos espaciales, los cuales considera de gran relevancia para el país.
En su misiva, el exdirector enfatizó la importancia que tendría el mantener la AEM como una entidad independiente, destacando el esfuerzo y los recursos invertidos para su creación. La implementación de un plan espacial mexicano fue considerado esencial para el crecimiento y la sostenibilidad del sector aeroespacial en el país.
La propuesta del programa incluye fortalecer la infraestructura espacial, contribuir a la seguridad nacional y avanzar en la inclusión digital, además de fomentar la capacitación técnica y científica. Sin embargo, algunos expertos en la industria han expresado su preocupación por la falta de apoyo del gobierno a la AEM y la continua reducción de recursos desde su fundación en 2010.
A pesar de la intención del gobierno de avanzar en el desarrollo espacial, las críticas han aumentado, señalando que ha habido una escasez de fondo y dirección clara en los proyectos. En un análisis reciente sobre los avances de la AEM, se reflejó que el presupuesto asignado ha aumentado, pero sigue siendo significativamente menor al de otras agencias espaciales en el mundo.
Históricamente, México ha estado rezagado en comparación con potencias como Estados Unidos y las naciones europeas en la exploración espacial. Uno de sus proyectos más emblemáticos es la misión Colmena, que marca el inicio de su trayectoria lunar y está programada para ejecutarse a principios de 2024. Esta misión incluirá un módulo de aterrizaje lunar con una tripulación de cinco micro robots mexicanos.
El futuro de la industria espacial mexicana sigue siendo incierto, pero el sueño de consolidar un programa espacial robusto y efectivo permanece vivo, a la espera de convertirse en una realidad tangible que posicione a México en el ámbito internacional.