Un sismo de magnitud 4.0 se registró esta mañana a 54.2 kilómetros de profundidad.
Según el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el movimiento telúrico ocurrió el 8 de marzo a las 4:14 hora del Centro (10:14 UTC), con un epicentro a 20 kilómetros de distancia.
Es importante seguir las recomendaciones del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Tras un temblor, es aconsejable revisar el hogar en busca de posibles daños. Utiliza el celular únicamente en caso de emergencia y evita encender cerillos o velas hasta asegurarte de que no hay fugas de gas.
También se sugiere tener un plan de protección en caso de un sismo y familiarizarse con las zonas seguras en casa, escuela o trabajo.
Durante un sismo, mantén la calma y busca un lugar seguro, alejándote de objetos que puedan caer. Aléjate de vehículos y de instalaciones que puedan resultar peligrosas, buscando refugio en zonas altas.
Los mexicanos están acostumbrados a los sismos, recordando los devastadores eventos de 1985 y 2017 que causaron serios estragos a lo largo del país. Cabe recordar que el terremoto más fuerte registrado en la historia de México ocurrió el 28 de marzo de 1787, con una magnitud de 8.6.
Según un estudio realizado por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) en 2009, se estima que grandes terremotos podrían ocurrir en la costa de México y Centroamérica, debido a la acumulación de energía en la brecha de Guerrero.
Aunque los sismos de menor magnitud pueden ser destructivos, los de 1985 y 2017 marcaron la vida de los habitantes de la Ciudad de México. El sismo de 1985 ocurrió el 19 de septiembre a las 7:19 horas locales (13:19 UTC), mientras que el de 2017 se registró entre Morelos y Puebla a las 13:14 hora del Centro (18:30 UTC), resultando en 369 muertes.
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